28. Hᴀɴ sɪᴅᴏ ʟᴀs ʜᴏʀᴍᴏɴᴀs

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𝑀𝑎𝑦𝑏𝑒 𝑠𝑜𝑚𝑒 𝑝𝑎𝑟𝑡 𝑜𝑓 𝑦𝑜𝑢 𝑗𝑢𝑠𝑡 𝘩𝑎𝑡𝑒𝑠 𝑚𝑒

𝑌𝑜𝑢 𝑝𝑖𝑐𝑘 𝑚𝑒 𝑢𝑝 𝑎𝑛𝑑 𝑝𝑙𝑎𝑦 𝑚𝑒

𝐻𝑜𝑤 𝑑𝑜 𝑤𝑒 𝑐𝑎𝑙𝑙 𝑡𝘩𝑖𝑠 𝑙𝑜𝑣𝑒? (𝑊𝘩𝑜𝑎-𝑜𝘩-𝑜𝘩-𝑜𝘩)

𝑂𝑛𝑒 𝑡𝑖𝑚𝑒, 𝑡𝑒𝑙𝑙 𝑚𝑒 𝑦𝑜𝑢 𝑛𝑒𝑒𝑑 𝑚𝑒 𝑡𝑜𝑛𝑖𝑔𝘩𝑡

𝑇𝑜 𝑚𝑎𝑘𝑒 𝑖𝑡 𝑒𝑎𝑠𝑦, 𝑦𝑜𝑢 𝑙𝑖𝑒

𝐴𝑛𝑑 𝑠𝑎𝑦 𝑖𝑡'𝑠 𝑎𝑙𝑙 𝑓𝑜𝑟 𝑙𝑜𝑣𝑒

-𝘔𝘦 𝘢𝘯𝘥 𝘔𝘺 𝘉𝘳𝘰𝘬𝘦𝘯 𝘏𝘦𝘢𝘳𝘵, 𝘙𝘪𝘹𝘵𝘰𝘯-

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Kate abrió lentamente los ojos, parpadeando varias veces para despejar la neblina del sueño. La suave luz del amanecer se colaba por las cortinas, iluminando la habitación con un resplandor dorado. Sintió el calor del cuerpo de Dean a su lado y, al girarse ligeramente, vio su perfil sereno, su pecho subiendo y bajando rítmicamente con cada respiración. Ahí fue cuando los recuerdos de la noche anterior comenzaron a desfilar por su mente como un carrusel de imágenes intensas y vívidas.

Con una mezcla de sorpresa y certeza, levantó suavemente la esquina de las sábanas y miró debajo. Su piel desnuda y la ausencia de ropa confirmaron lo que había estado temiendo y anticipando a la vez: aquello no había sido un sueño. Dean y ella se habían acostado. Un torbellino de emociones la invadió, pero decidió dejar esos pensamientos para más tarde.

Con movimientos lentos y calculados, comenzó a levantarse de la cama, cuidando de no hacer ruido. Sus pies descalzos apenas hicieron un sonido al tocar el suelo. Observó la habitación, buscando sus prendas dispersas por todas partes. Primero vio sus pantalones colgando del respaldo de una silla, luego su ropa interior enredada a los pies de la cama. Recogió cada prenda con delicadeza, casi como si el más mínimo sonido pudiera despertar al cazador que parecía estar soñando con los angelitos. Se puso de nuevo la ropa del día anterior, lo más rápido que pudo. Con una última mirada, se aseguró de que él seguía sumido en su sueño profundo. Se deslizó hacia la puerta con pasos medidos. 

La abrió con sumo cuidado, evitando cualquier crujido que pudiera alertar a Dean o a cualquier otra persona. Una vez en el umbral, asomó la cabeza al pasillo, echando un vistazo a ambos lados para asegurarse de que estaba despejado. La casa estaba en silencio, y no había señales de movimiento. Sintiéndose un poco más segura, salió rápidamente de la habitación de Dean y cruzó el pasillo. Una vez dentro de la seguridad de su propia habitación, cerró la puerta suavemente detrás de ella. Dejó escapar un suspiro que había estado conteniendo y apoyó la espalda contra la puerta, tratando de procesar todo lo que había sucedido y las consecuencias que podría tener.

Había varios pensamientos que se pasaban por su cabeza "Putas hormonas" fue uno de ellos. Se tumbó en la cama, no podía creer que ella y el rubio hubieran tenido una noche así. "La he cagado" fue otro pensamiento que cruzó su mente. Otro suspiro se escapó de su boca. Ella nunca sobre pensaba, no le gustaba le parecía una forma de autosabotaje.

"Hecho, lo necesitabas. Había que soltar esa tensión acumulada" se decía a sí misma. "Estás acostumbrada a acostarte con muchos tíos. Otro más para la lista " 

Se levantó dirigiéndose al armario de la habitación, tenía que cambiarse de ropa, si quería bajar a tomarse un café. Lo cierto es que sabía que debía de actuar como si nada de lo de la noche anterior hubiera sucedido. Al fin y al cabo, ella era una experta en ese juego. Pues aunque hubieran pasado los meses, ninguno de los dos hermanos sabía lo que había sucedido con Damon y mucho menos lo que él era.

EL NEGOCIO FAMILIAR | (Dean Winchester)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora