14.Sᴇɢᴜɴᴅᴀs ɪɴᴛᴇɴᴄɪᴏɴᴇs

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𝐶𝑙𝑒𝑎𝑛𝑖𝑛𝑔 𝑢𝑝 𝑡𝑜𝑑𝑎𝑦, 𝑓𝑜𝑢𝑛𝑑 𝑡𝘩𝑎𝑡 𝑜𝑙𝑑 𝑍𝑒𝑝𝑝𝑒𝑙𝑖𝑛 𝑠𝘩𝑖𝑟𝑡

𝑌𝑜𝑢 𝑤𝑜𝑟𝑒 𝑤𝘩𝑒𝑛 𝑦𝑜𝑢 𝑟𝑎𝑛 𝑎𝑤𝑎𝑦, 𝑎𝑛𝑑 𝑛𝑜 𝑜𝑛𝑒 𝑐𝑜𝑢𝑙𝑑 𝑓𝑒𝑒𝑙 𝑦𝑜𝑢𝑟 𝘩𝑢𝑟𝑡

𝑊𝑒'𝑟𝑒 𝑡𝑜𝑜 𝑦𝑜𝑢𝑛𝑔, 𝑡𝑜𝑜 𝑑𝑢𝑚𝑏, 𝑡𝑜 𝑘𝑛𝑜𝑤 𝑡𝘩𝑖𝑛𝑔𝑠 𝑙𝑖𝑘𝑒 𝑙𝑜𝑣𝑒

𝐵𝑢𝑡 𝐼 𝑘𝑛𝑜𝑤 𝑏𝑒𝑡𝑡𝑒𝑟 𝑛𝑜𝑤, 𝑏𝑒𝑡𝑡𝑒𝑟 𝑛𝑜𝑤

-𝐺𝘩𝑜𝑠𝑡 𝑜𝑓 𝑦𝑜𝑢, 𝟻 𝑆𝑒𝑐𝑜𝑛𝑑𝑠 𝑜𝑓 𝑆𝑢𝑚𝑚𝑒𝑟-

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Pasaron varias horas mientras Kate y Tom trataban de encontrar una conexión entre todas las víctimas. La castaña, sin saber muy bien porqué miró su móvil. Se quedó alarmada al darse cuenta de la cantidad de tiempo transcurrido.

—¿No te parece raro que Sam y Dean no estén de vuelta?

Tom apartó unos documentos que tenía entre sus manos.—Puede que hayan ido a comer algo.

—No.—negó con la cabeza, la castaña.—Le pedí a Dean que me avisara cuando salieran.

Por un impulso, Kate marcó el número de teléfono del rubio, pero no obtuvo respuesta. Volvió a probar, pero ni a la tercera le contestó. Luego probó a llamar a Sam, haciendo exactamente lo mismo que había hecho con el otro Winchester, pero tampoco obtuvo ninguna respuesta.

Al ver que ninguno de ellos le contestaba su cuerpo se tensó, a la vez que su respiración se agitó. Algo que claramente no pasó desapercibido para el cazador moreno que estaba con ella.

—Tranquilízate.— dijo acercándose a ella.

Kate lo miró visiblemente afectada.—Tom, tenemos que ir a por ellos. Deben de estar en problemas.

El cazador cogió su mano y la miró a los ojos. —Lo haremos, te lo prometo. Pero primero debes relajarte un poco.

Se acercó más a ella, poniendo sus manos en su rostro, con voz calmada y reconfortante empezó a murmurar.

—Here comes the sun, doo-doo-doo-doo, here comes the sun, and I say, it's all right...

Kate, al principio tensa, empezó a relajarse poco a poco con la familiar melodía. Su respiración agitada se fue calmando al escuchar la voz de Tom.

—Little darling, it's been a long, cold, lonely winter...— siguió el cazador, acariciando sus mejillas.

La castaña cerró los ojos, dejándose llevar por la canción. La tensión en sus músculos se desvaneció lentamente.

El de ojos marrones observó con una sonrisa como su amiga se iba calmando poco a poco.—¿Mejor?

—Sí, gracias.— asintió la cazadora.—No sabía que te seguías acordando de la canción.

Tom asintió, todavía con sus manos en las mejillas de ella.—No podía olvidarla.—comentó mirándola fijamente.—Al igual que a ti.

EL NEGOCIO FAMILIAR | (Dean Winchester)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora