43. Eɴ ᴏᴛʀᴀ ᴠɪᴅᴀ

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𝐻𝑜𝑤 𝑐𝑎𝑛 𝑦𝑜𝑢 𝑠𝑒𝑒 𝑖𝑛𝑡𝑜 𝑚𝑦 𝑒𝑦𝑒𝑠 𝑙𝑖𝑘𝑒 𝑜𝑝𝑒𝑛 𝑑𝑜𝑜𝑟𝑠?

𝐿𝑒𝑎𝑑𝑖𝑛𝑔 𝑦𝑜𝑢 𝑑𝑜𝑤𝑛 𝑖𝑛𝑡𝑜 𝑚𝑦 𝑐𝑜𝑟𝑒 𝑤𝘩𝑒𝑟𝑒 𝐼'𝑣𝑒 𝑏𝑒𝑐𝑜𝑚𝑒 𝑠𝑜 𝑛𝑢𝑚𝑏 

𝑊𝑖𝑡𝘩𝑜𝑢𝑡 𝑎 𝑠𝑜𝑢𝑙, 𝑚𝑦 𝑠𝑝𝑖𝑟𝑖𝑡'𝑠 𝑠𝑙𝑒𝑒𝑝𝑖𝑛𝑔 𝑠𝑜𝑚𝑒𝑤𝘩𝑒𝑟𝑒 𝑐𝑜𝑙𝑑 

𝑈𝑛𝑡𝑖𝑙 𝑦𝑜𝑢 𝑓𝑖𝑛𝑑 𝑖𝑡 𝑡𝘩𝑒𝑟𝑒 𝑎𝑛𝑑 𝑙𝑒𝑎𝑑 𝑖𝑡 𝑏𝑎𝑐𝑘 𝘩𝑜𝑚𝑒

-𝘉𝘳𝘪𝘯𝘨 𝘔𝘦 𝘵𝘰 𝘓𝘪𝘧𝘦, 𝘌𝘷𝘢𝘯𝘦𝘴𝘤𝘦𝘯𝘤𝘦-

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Lo llevó a una sala de archivos en la parte trasera del edificio. —Tienes que buscar en la sección de su apellido— le dijo en voz baja. —No puedo darte mucho tiempo, si alguien se entera podrían despedirme.

Lo entiendo, no tienes porqué preocuparte—murmuró Dean antes de adentrarse en la sección de archivos. Se apresuró a buscar entre los documentos, sus dedos recorriendo los nombres hasta que encontró el de Kathleen Jones. Sacó el archivo y lo abrió con manos temblorosas.

El archivo estaba lleno de documentos que detallaban la trágica historia de Kate: el asesinato de su familia, sus años en casas de acogida, y finalmente, su diagnóstico de trastorno bipolar con características psíquicas. Dean frunció el ceño mientras leía, su corazón se hundía más con cada palabra.

Al llegar al final del archivo, leyó algo que le heló la sangre. Hace seis años, Kate había escapado del sanatorio y no habían podido encontrarla. La última nota en el archivo concluía que, debido a su enfermedad, lo más probable es que se hubiera suicidado.

Dean cerró el archivo de golpe, sintiendo una mezcla de desesperación y rabia. No podía, no quería creer que ella estuviera muerta.

Al volver al Impala, abrió el portátil, y comenzó a buscar cualquier indicio que pudiera señalar que alguien hubiera visto a una mujer de sus características. Preguntó en diversas comisarías, todos parecían recordar el caso pero siempre le decían lo mismo "ahora esa pobre chica encontrará algo de paz".

Dean seguía frustrado, no pensaba darse por vencido, pensaba encontrarla y saber lo que realmente le había pasado. La quietud de la calle lo hizo sentirse más alerta, y pronto tuvo la sensación de que no estaba solo. Escuchó un ligero crujido detrás de él, y se preparó para atacar, pero antes de poder reaccionar, una fuerza sobrenatural lo arrojó violentamente contra la pared. El impacto lo dejó aturdido, y mientras sus ojos se ajustaban, vio una silueta femenina acercándose.

La figura llevaba botines negros y pantalones de cuero ajustados. Dean siguió la línea de su cuerpo con la mirada, y cuando sus ojos se encontraron con los de ella, se quedó sin aliento. Era Kate.

—¿Por qué has estado indagando en mi vida?— le preguntó ella con frialdad. —¿Quién demonios eres? Dame una razón para no matarte aquí mismo.

Dean la miró, atónito. —Espera, ¿no sabes quién soy?

Kate soltó una carcajada sarcástica. —Supongo que esa frase te funcionará, pero conmigo no rubiales.

El cazador, todavía aturdido, intentó explicarse. —He estado buscándote para asegurarme de que estuvieras viva. Leí tu informe, y no podía dejarlo así. Estaba preocupado por ti.

Ella rio de nuevo, pero esta vez fue una risa amarga. —¿Preocupado?— Con un movimiento rápido, la castaña dejó ver sus garras y colmillos, sus ojos brillaban con un resplandor amarillo. —Yo diría que estoy bastante viva.

EL NEGOCIO FAMILIAR | (Dean Winchester)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora