52. Mᴀʟᴀᴄʜᴀɪ

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𝐾𝑒𝑒𝑝 𝑖𝑡 𝑐𝑜𝑜𝑙, 𝑤𝘩𝑎𝑡'𝑠 𝑡𝘩𝑒 𝑛𝑎𝑚𝑒 𝑜𝑓 𝑡𝘩𝑖𝑠 𝑐𝑙𝑢𝑏?

𝐼 𝑐𝑎𝑛'𝑡 𝑟𝑒𝑚𝑒𝑚𝑏𝑒𝑟, 𝑏𝑢𝑡 𝑖𝑡'𝑠 𝑎𝑙𝑟𝑖𝑔𝘩𝑡, 𝑎-𝑎𝑙𝑟𝑖𝑔𝘩𝑡

-𝐽𝑢𝑠𝑡 𝐷𝑎𝑛𝑐𝑒, 𝐿𝑎𝑑𝑦 𝐺𝑎𝑔𝑎-

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El bar, llamado Pandemonium, era un caos absoluto. Las luces estroboscópicas parpadeaban en varios colores, iluminando brevemente escenas de personas desinhibidas, riendo y bailando sin control. La música resonaba tan fuerte que hacía vibrar el suelo, y la atmósfera estaba cargada de humo y el olor acre de alcohol derramado. Parecía que todos los presentes habían dejado de lado cualquier noción de vergüenza o restricción, entregándose a sus deseos más básicos.

Los cazadores se abrieron paso a través de la multitud bulliciosa, con Sam lanzando miradas de disgusto a su alrededor. Kate se inclinó hacia ellos, su voz apenas audible sobre el estruendo. —Recordad, estamos buscando a un hombre moreno con ojos oscuros. Es como se describe que Malachai suele verse cuando toma forma humana. — explicó, consiguiendo un asentimiento por parte de ambos Winchester . 

—Debería ser alguien que no quiera llamar mucho la atención. Un tipo que se mezcle con la multitud.— dijo Sam.

En ese momento, un hombre visiblemente borracho se tambaleó hacia ellos, con los ojos fijos en la castaña. — Eh guapa, ¿Por qué no pasas de estos dos y te vienes conmigo?— dijo con una voz pastosa y una sonrisa lasciva.

Dean apretó los puños, listo para golpear al hombre, pero Kate se adelantó con una velocidad sorprendente. Su puño impactó en la mandíbula del borracho, enviándolo al suelo en un instante. —No me gustan los babosos.— dijo, con un tono de indiferencia.

Sin darle más importancia al incidente, esta volvió a mirar a Sam y Dean. —Deberíamos separarnos para cubrir más terreno.

El mayor de ellos frunció el ceño. —No creo que sea buena idea.

—Sí, de esa forma Malachai nos podría atrapar más fácilmente.— añadió Sam.

Kate pasó de ambos, su determinación visible en su mirada. —Como queráis —dijo, antes de alejarse, desapareciendo rápidamente entre la multitud.

Los Winchester se miraron, la preocupación evidente se reflejaba en sus rostros.— Maldita sea, Dean.— murmuró el castaño. —No podemos dejarla sola.

—Bueno, Sammy sabe defenderse.— respondió este.—Ahora tenemos que encontrar a ese bastardo antes de que nos encuentre a nosotros.

Kate se acercó a los baños del bar, una zona aún más oscura y ruidosa. Abrió la puerta de uno de los baños y sorprendió a una pareja que estaba disfrutando de un momento privado. Sin dudarlo, sacó una pequeña botella de agua bendita y les salpicó, esperando ver alguna reacción demoníaca.

En lugar de eso, el chico moreno levantó una ceja y, con una sonrisa burlona, le preguntó—¿Quieres unirte?

Esta reprimió una mueca de disgusto al ver que el agua bendita no había tenido el efecto deseado. —No, gracias. Tengo un pacto con mi ginecóloga de no exponerme a enfermedades sexuales. Pero, oye a vosotros parece que eso os da igual. Disfrutad por mí.— dijo, saliendo rápidamente del baño y cerrando la puerta detrás de ella.

Mientras tanto, en otra parte del bar, Sam y Dean seguían buscando a alguien que no quisiera llamar la atención. El alto, frustrado, comentó —Esto va a ser imposible Dean. Todo el mundo aquí está haciendo exactamente lo contrario a intentar pasar desapercibido.

EL NEGOCIO FAMILIAR | (Dean Winchester)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora