27. Dʀᴏɢᴀ ɪɴғᴇʀɴᴀʟ

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𝐼𝑠 𝑜𝑛𝑒 𝘩𝑒𝑙𝑙 𝑜𝑓 𝑎 𝑑𝑟𝑢𝑔

𝐹𝑙𝑜𝑟𝑖𝑑𝑎

𝐺𝑜 𝑜𝑛, 𝑓𝑢𝑐𝑘 𝑚𝑒 𝑢𝑝

-𝘍𝘭𝘰𝘳𝘪𝘥𝘢, 𝘛𝘢𝘺𝘭𝘰𝘳 𝘚𝘸𝘪𝘧𝘵-

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Antes de que pudieran reaccionar, Castiel ya había desaparecido, dejando tras de sí solo un susurro de aleteo de alas. Bobby, quien estaba sentado en su escritorio, se levantó de golpe, con una expresión de asombro y alarma.

-¡¿Qué acaba de pasar?! - exclamó Bobby, sus ojos recorrían a cada uno de ellos en busca de respuestas.

Dean, todavía respirando con dificultad, fue el primero en responder. -Bobby, no creerías lo que acabamos de pasar. Estábamos en el convento abandonado... Lilith y Ruby... ambas están ...- comentó haciendo un gesto como si se rajara el cuello.

Kate, visiblemente afectada pero tratando de mantenerse firme, intervino. -De repente, una luz empezó a salir del círculo de sangre que estaba formado en el suelo, era como si un portal de luz se abriera.

El de la gorra frunció el ceño, procesando la información rápidamente. -¿Lilith muerta y un portal? Esto no me suena nada bien. -echó una mirada a los tres cazadores.

Sam por el contrario, no hablaba no le salían las palabras se sentía culpable por lo sucedido, era otra carga añadida a todo lo que ya tenía. Por lo que optó por salir por la puerta sin decir nada.

-¡Sam!- gritó su hermano. Pero este no hizo caso de su llamada. 

Sam salió de la casa de Bobby en medio de la noche, el aire frío y denso a su alrededor reflejaba la tensión que sentía. Se detuvo a unos metros de la casa, respirando profundamente mientras intentaba procesar los recientes eventos.

Detrás de él, Dean lo siguió, sus pasos eran firmes pero cautelosos. -Sam, espera- lo llamó preocupado.

El menor se giró bruscamente, su rostro estaba contorsionado por una mezcla de dolor y rabia. -No necesito que actúes como si algo de esto te importara, Dean- escupió. -Dejaste claro lo que pensabas con ese mensaje.

El rubio lo miró, completamente confundido. -¿De qué mensaje estás hablando?

La furia en los ojos del castaño se mezcló con una sombra de duda. -El mensaje de voz que me dejaste cuando me llamaste. Decías que no volviera, que deberías de haberme matado cuando tuviste una oportunidad.

Dean frunció el ceño -No sé de qué hablas. Sí que te dejé un mensaje, pero en ningún momento decía nada de eso, te lo puedo asegurar.- avanzó hacia su hermano - Sammy, te lo he dicho muchas veces, no importa lo que pase yo nunca te abandonaré.

Ambos compartieron una mirada, Sam comprendió que su hermano le estaba siendo franco, pues seguramente había sido algo que los ángeles o incluso Ruby habían provocado para que él diera ese gran paso de decidir acabar con Lilith.

-Emm, por cierto. ¿Te sientes con sed demoniaca de esa? - preguntó el rubio.

—No, Dean. No tengo sed de sangre de demonio. —Pero en su rostro se veía claramente la culpabilidad que lo consumía. Lo que había hecho, de cómo Lilith y Ruby habían jugado con ellos, sobre todo con él.

El mayor observó a su hermano, reconocía esa cara. Era la misma que ponía cuando eran pequeños, aquellos momentos en los que Sam la liaba y su padre los cogía a los ambos para echarles la bronca y castigarlos. La mayoría de las veces, Dean decía que él era el que había provocado lo que fuera que había cabreado a su padre, aunque la mayoría de veces fuera su hermano pequeño el causante.

EL NEGOCIO FAMILIAR | (Dean Winchester)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora