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El olor a café me despertó.
Había un desayuno enorme al lado de la cama y Carlos me despertó con besos como le gustaba hacerlo.

- Buen día mi pequeña..

- Buen  dia...

- Después de desayunar saldremos de paseo te parece?

- Si...

- Estas bien? Pasa algo mi niña?

- No... bueno estuve pensando algo anoche...

- Que pensaste?

- De verdad tienes ganas de casarte o estás arrepentido?

- Como puedes pensar eso mi niña... claro que quiero casarme

- Estas completamente seguro?

- Mi niña, claro que sí, porque dudas?

- No lo sé... lo lamento, soy muy insegura..

- Pequeña, jamás dudes de mi amor por ti.- dijo antes de besarme.

El y sus besos eran algo que calmaban toda mi tormenta interior... no se como hacia pero encontraba la manera de calmarme.

Desayunamos y salimos a recorrer el lugar. Carlos había alquilado una pequeña moto y juntos salimos a pasear.

- Es un lugar realmente maravilloso...

- Si, no había visitado nunca este lugar, tienes buenos gustos para elegir mi niña...

Fuimos por un helado, y volvimos al hotel. Abri la puerta y quede sorprendida.
Sobre la cama había un ramo de flores y una tarjeta que decía:

"Desde que te encontré solo pienso en hacerte feliz y que todo lo que desees lo puedas lograr. Amo cuando sonríes, amo cuando bailas... en fin te amo mi pequeña"

Leí la carta y entre lágrimas me di vuelta para abrazarlo...

- Sos tan maravilloso. 

- Tu eres maravillosa mi niña, por favor, nunca dudes de ti y de todo lo que puedes lograr...

Carlos podía ser el ser más dulce del universo cuando se lo proponía..

Entre beso y beso el ambiente se fue calentando. Carlos me saco la ropa poco a poco y me llevo a la cama...
Beso cada rincón de mi cuerpo, jugo con sus manos sobre mi piel...

- Es maravilloso hacer el amor contigo..- Dijo mientras poco a poco iba haciéndome suya.

- Carlos... tus manos me vuelven loca...

Pasaba sus manos por mi cuerpo con locura, su boca buscaba la mía como si fuera agua en el desierto. Sus movimientos cada vez más rápidos hacían que nuestra respiración se corte y nuestros latidos se aceleren...
Sin dudas el sabía lo que hacía y como me gustaba.

• Tu eres para mi. (Carlos Sainz jr. +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora