Me enamore de mi pervertido vecino

Parte 29

Entre riendo al baño riendo como una niña cuando hace una gran travesura, no podía creer que le hubiera hecho caso a Kelly... Ella me estaba guiando al inicio por eso traía puestos los airpods, aunque le colgué después de recibir el primer mensaje de Marcus y lo demás sucedió por mi propia iniciativa.

2:57 pm Mensaje de WhatsApp: Gracias

Vi el mensaje, no respondi y aunque seguía riendo mientras entraba a la ducha. Me Arregle lo más rápido posible él es muy puntual y quería estar lista.

4:57 pm Mensaje de WhatsApp: Estoy afuera.

4:58 pm Mensaje de WhatsApp: está fresco trae chamarra.

Salí rápidamente de la casa. En mi pequeña bolsita solo mi teléfono dentro del abrigo y mis llaves.

Me dio un beso, me abrió la puerta, me senté y mientras me abrochaba el cinturón me beso el cuello.

Se subio al coche, y antes de poner mi mano en su pierna le dio un beso... Gracias por lo de hace rato.

Sé que me puse roja esto segura porque sentí demasiado calor, pero él dijo nada más y nos fuimos al cine.

Entramos a la sala VIP y me acurruqué lo más que pude hacia el hasta que termino la película. Salimos del cine tomados de la mano, caminamos un rato por el centro comercial.

En cada tienda que pasamos Marcus pregunto si quería entrar, pero le dije que no hasta que se dio por vencido y nos fuimos a casa.

– Amor, no necesito que me compres nada. Te quiero a ti no a tu dinero... y las cosas me las puedo comprar yo misma. 

Suspiro profundamente – lo es pequeña, es algo que quiero hacer porque te amo por favor no me quites ese placer.

– Está bien pero no exageres le dije.

Mañana te llevo al trabajo, me dijo antes despedirnos.

Así pasamos más de 3 meses, nuestra relación fue cada día más sólida y con mejor comunicación por supuesto en persona, los mensajes WhatsApp seguían teniendo ese mismo aspecto de avisos en lugar de una conversación, aunque las escasas llamadas eran más cálidas seguía siendo algo distante, pero entendía sus razones.

Entre semana nos veíamos eventualmente lo cual era bueno ya que podía enfocarme en mi trabajo, Kelly y mamá. Iniciamos una rutina familiar para cenar por lo menos un día a la semana en casa con mi madre, los fines de semana definitivamente eran nuestros, pasábamos la mayoría del tiempo juntos ya que mama seguía visitando a mi tía y de verdad entiendo es su única hermana y se quieren muchísimo.

Kelly y yo somos como hermanas y salíamos de vez en cuando al cine a cenar o de compras y por supuesto al salón de belleza, pero jamás salíamos antros o lugares así nunca fuimos ese tipo de chicas.

Un miercoles pase a la oficina de Kelly... van a ser las 2 vamos a comer yo invito.

Oh claro que si nena tu pagaras la cuenta hoy y prepárate por qué muero de hambre dijo riendo mientras tomaba su bolsa. Fuimos al restaurant que está enfrente de la oficina como siempre que salíamos fuera a comer.

Kelly necesito algo puedes ayudarme le dije, Claro muñeca dime que puedo hacer por ti.

Le pedí los datos de su ginecóloga y le pregunté si conocía un buen hotel. No pregunto nada solo me paso el contacto de su ginecóloga por WhatsApp y la ubicación de 2 hoteles en los que ella y Chris habían disfrutado muchísimo su vista.