Me enamore de mi pervertido vecino

Parte 67

Quedé boquiabierta nuestra habitación (era la primera vez que entraba, el día de la boda no estuvimos en esta área de la casa) pensé que la otra era la habitación principal, dije.

La remodelación que Marcus hizo no solo incluía el dormitorio y el baño, se encargó de que hubiera un closet increíble para ambos, pero sin duda la parte que era para mí estaba más grande... ese closet era un sueño y por supuesto estaba lleno de ropa nueva además de tener ya acomodadas mis cosas.

– No mi amor, esa habitación era mí habitación ahora será para Marcella el equipo de diseño de Fabiola vendrá la próxima semana a mostrarnos el proyecto puedes hacer todos los cambios que quieras y por supuesto tendrá closet similar al tuyo para mi princesa, dijo mientras me acariciaba el vientre... ¡No quiero que asalte el closet de mama!

Todo estaba lleno de maravilla, el cuarto de mi preciosa bebe cada vez estaba tomaba mas forma, amaba pasar el tiempo ahí, ya podía visualizarme con mi pequeña en brazos amamantándola en una mecedora preciosa que Marcus encargo precisamente para eso y ahora que parecía que mis problemas de salud estaban controlados podía disfrutar cada instante de mi embarazo.

Mi madre estaba bien viviendo con nosotros me consentía demasiado, se llevaba muy bien con el personal de la casa, aunque de vez en cuando se iba el fin de semana con mi tía, le insistía a mi madre que invitara a mis tíos cuando quiera, pero aún no se sentía cómoda con eso hasta que un día Marcus los invito a mis Tíos y primos a una carne asada.

Kelly y yo nos la pasábamos casi todo el día juntas eso de estar embarazadas da mucho de que platicar y sobre todo comer jajajaja... vivimos a 3 minutos.

También visitamos la casa de Tía Caro aun que no era muy de mi agrado ir a su casa, Greta y Antonella seguían aquí... si la visita inesperada que llego de Italia un día antes de mi boda seguía en México en casa de los tíos de mi marido aquí que evitábamos lo más posible ir para allá preferíamos invitarla a ella y a André a la casa con el pretexto del embarazo, pero había días en que no podíamos escapar de visitarlos en su casa.

Estos últimos días Kelly ya no quería salir de su casa aparte del agotamiento de los últimos días cuando él bebe empieza a posicionarse, tenía miedo de iniciar en labor o romper aguas en la calle así que todos los días mi madre y yo íbamos a su casa.

Por supuesto mi amado esposo tenía un poco más de carga en la organización, trataba de no ocupar mucho a Tiano él bebe en cualquier momento llegaría y aunque trataba de no salir de la ciudad tuvo un viaje inevitable por algunos días.