Cariño, ¿por qué eres así conmigo?

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Al día siguiente, Han despertó con un gran dolor en el cuerpo, y el culpable fue Minho.

─ ¿Te duele mucho? ─ preguntó con un tono de burla.

─ ¡Obviamente me duele! ─ dijo y fingió un puchero, el cual rápidamente fue besado por el peli morado.

─ Perdón mi amorcito, pero debes quedarte aquí ─ habló Lee. ─ Debo rendir mi evaluación. Si necesitas algo urgente me llamas y vengo aquí por un rato, ¿si?

─ No quiero que te vayas.. ─ bufó el peli azul.

─ Luego volveré ─ dijo y dejó un casto beso en sus labios.

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Sung se levantó después de una hora y media, pues aprovechó para dormir un poco más.

Se lavo los dientes y bajo a buscar algunas cosas para comer y regresar a la cama, dado que le dolía demasiado su cuerpo.. Llega a saltar y se cae antes de hacerlo.

Bueno, regresando al tema.. Después de comer, Han llamo a Felix, quien respondió al instante.

· ¡Jii! ¿Te duele mucho la cadera?

· Fijate que no, tonto – respondió de mala manera.

· Ay, que agresivo.. ¿Quieres que vaya a tu casa?

· Ujum, estoy aburrido.. Trae a los demás también.. Si es que pueden, claro

· ¡Okey! Nos vemos

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En un rato más llegó Yongbok, acompañado de Seungmin.

─ ¡Chicos! ─ saludo feliz Jisung.

─ Buenas Sunggie, ¿estas bien? ¿Quieres una silla de ruedas? ─ pregunto el de mechas rosas.

─ ¡No! Tontos.. ─ bufó. ─ ¿Ustedes querían que no pueda caminar?

─ Sí ─ respondió Lix. ─ Y veo que por lo menos te cuesta.. ¿Que tanto hicieron?

─ No preguntes sobre eso.. Me duele con tan solo recordarlo

Seungmin y Felix se miraron de reojo y decidieron distraer a Sung. ─ Bueno.. ¡Vamos a jugar ahora!

Jugaron muchos juegos esa tarde, por ejemplo: Mario Kart, Pokémon, entre otros más de competencia.

En el último juego estaban compitiendo Lixxie y Han.. Que desastre.

─ ¡Quitate, maldito! ─ grito Felix al ver que iba en el último puesto.

Seungmin rió y habló: ─ Jaja, que tonto, Bokkie.. Escogiste el camino equivocado

─ ¡Ugh! ─ exclamó y dejó el mando.

Al final término ganando otro jugador, pero Han quedo en el segundo lugar.

─ Es mejor que nada, por ejemplo, Yongbok ─ le animo Minnie.

─ ¡Dejame en paz! ─ se molestó Bokkie y persiguió a el de mechas rositas.

─ ¡Paren ustedes! ¡Ni siquiera es su casa! ¡Recuerden que es la de mi esposo!

Cuando escucharon lo último ambos chicos se calmaron, pues normal.. Minho les puede llegar a matar.

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Luego de la buena tarde, los amigos se despidieron y se fueron juntos.