No Te Odio // Meddison // Grey's

Sinceras Disculpas

Narra Addison

Creo que me comporté demasiado cruel con Meredith, ayer la dejé hablando sola y estuve evitándola a pesar de su simpatía. Ella parece ser una buena chica y no tiene la culpa de los errores de mi esposo...creo que sólo quise desahogar mis penas con ella, debo reparar lo que hice.

La busqué por el hospital luego de pensar mejor las cosas, quiero volver a solicitarla como mi interna y esta vez, haré las cosas de forma diferente.

- Grey, hoy vendrás conmigo - dije, al chocar con ella a mitad de la recepción.

- Lo siento...me llamaron para asistir al doctor Webber...- se excusó, intentando escapar de mí.

- No importa, él lo entenderá, te quiero conmigo - insistí, dándole mi carpeta para que me siguiera, no le dejé muchas opciones.

Resopló y puso los ojos en blanco antes de caminar a mi lado, revisando las hojas que le había entregado de muy mala gana.

- Lamento haberte hecho pasar un mal momento, me gustaría poder empezar de nuevo si no te molesta - dije, sin poder mirarla a los ojos, me cuesta ser buena con ella a pesar de todo.

- No esperaba una disculpa...gracias - respondió, con una sonrisa de asombro.

Le devolví el gesto y por alguna razón, mis mejillas se pusieron rojas, ella es muy linda, no puedo evitar sentir esas pequeñas mariposas en el estómago cuando la miro a los ojos.

- Es lo menos que puedo hacer - de pronto, toda mi fachada de mujer poderosa se desplomó ante ella.

Sacudí mi cabeza y me dispuse a guiarla hacia la sala en dónde atenderíamos nuestro nuevo caso, ésta vez no seremos rivales.

Narra Meredith

Nuevamente me perdí en su forma de trabajar, es muy satisfactorio ver a alguien tan profesional, entiendo por qué tiene tanto prestigio. Sus disculpas inesperadas alteraron mi sistema por completo, no sé cómo actuar con ella ahora, sólo me había dedicado a odiarla, pero ya no me siento de ese modo.

Controlé el estado de la paciente al terminar la cirugía, creo que tendré un buen informe de desempeño luego de ésto, estoy muy contenta con mi trabajo.

Me dirigí hacia la sala de urgencias en busca de algún caso interesante. Trabajar con Addison es muy estimulante y aprendo mucho a su lado, pero tengo una gran pasión por neuro, lo malo es que Derek es el único neurocirujano que hay en éste hospital. La vida a veces me pone a prueba.

- Hola ¿Has visto a mi mamá? - preguntó de repente una linda niña pelirroja...creo haberla visto antes en algún lado.

- No, cariño ¿Estás perdida? - pregunté, poniendo una mano en su hombro.

- Sí, creo que me alejé demasiado - respondió, poniendo sus manos en su cintura y observando el panorama.

- Descuida, quédate conmigo, te ayudaré a buscar a tu mami - dije, dedicándole una sonrisa amistosa.

- ¿Quieres un caramelo? - preguntó, sacando muchísimos dulces de sus bolsillos.

- Claro ¿De dónde los sacaste? - pregunté asombrada, la cantidad de dulces era excesiva para esos pequeños bolsillos.

- Estaban en un tazón en la oficina del jefe - explicó, comiendo uno con mucho gusto.

- ¿Los robaste? - exclamé, sorprendida.

- No...bueno, no pedí permiso, pero supuse que podía tomar unos cuántos - dijo, con una sonrisa traviesa.

Pasé por alto su pequeño crimen, la senté en una silla en la sala de emergencias y le dije que esperara ahí mientras yo buscaba a sus padres. Me obedeció, pero cuando estaba por irme, empezó a toser como si le faltara el aire.