Cuesta Abajo

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Narra Meredith

Addison apretó mi cuerpo contra el suyo sin dejar de besarme, sus manos escurridizas bajaron mi pantalón antes de que me diera cuenta. Me levantó en sus brazos y me apoyó contra la pared, estoy disfrutando cada segundo de éste desahogo.

Enganché mis piernas a su cintura para no soltarme, mientras ella me sujetaba y aventuraba sus dedos en mi intimidad, haciéndome subir y bajar. Introdujo esos hermosos y maravillosos dedos, ejerciendo presión y moviéndome al ritmo de sus embestidas. Me aferré a ella, conteniendo mis gemidos y sintiendo cómo llenaba todo en mi interior, provocándome un placer inigualable.

- Eres buena con las manos - bromeé, besándola con pasión.

- También sé usar mi boca...-

Me bajó y me acorraló en una esquina, besándome y bajando hacia mí zona con sus hermosos ojos puestos en los míos. Usó su lengua y realizó unos movimientos increíbles que me llevaron a un orgasmo que acabó justo en su boca. Me agaché con ella y la besé, sintiendo todos mis jugos en sus labios, soy adicta a Addison.

Seguimos usando nuestras manos para satisfacer nuestros más lujuriosos deseos, podría estar así todo el día. La tenía contra la puerta, mientras se sujetaba para callar sus gritos, ésto es el paraíso, amo hacerla sentir así. A mitad de nuestra sesión, alguien tocó la puerta, acabando con todo el fuego que habíamos iniciado.

- Addison ¿Estás ahí? - preguntó Derek, mientras nosotras nos vestíamos a la velocidad de la luz, temiendo por nuestras vidas.

- Sí, salgo en un minuto - respondió, evitando que él entrara.

- ¿Estás bien? - dijo, preocupado, escuchando su respiración densa y acelerada.

- Sí, sí lo estoy, ahora voy - dijo ella, escondiendo sus nervios lo mejor que pudo.

Arreglé su cabello, le robé un último beso y luego me oculté en un armario para no meternos en problemas, si nos descubre, se volverá loco. Ella abrió la puerta y ambos se miraron en silencio, Derek inspeccionó la habitación con la mirada para asegurarse de que no había nadie más.

- ¿De qué quieres hablar? - preguntó Addison, con una mano en su cintura.

- Hablé con mis abogados, tendremos una reunión mañana para determinar la custodia de Harley sin recurrir a un juzgado, no quiero someterla a eso - explicó, poniéndola muy nerviosa.

- ¿Mañana? Siento que es demasiado pronto - dijo, con un temblor en su voz que era demasiado evidente.

- Yo creo que ya pasó demasiado - contestó sin inmutarse.

- ¿Vas a mencionar la infidelidad? - preguntó ella, enrollando un mechón de su cabello por la ansiedad.

- Debo hacerlo, pero no lo usaré en tu contra, eso es entre nosotros, Har necesita a su madre - dijo, dándole algo de paz a su mente.

- Gracias, también necesita a su padre - contestó, con una bella sonrisa que iluminaba el cuarto.

- Haremos todo a tu modo, pero sólo si dejas a Meredith en paz - agregó, haciéndome tragar saliva con mucha dificultad.

No quiero que mi presencia influya en el futuro de esa niña, ésto es frustrante.

Narra Addison

- ¿A qué te refieres? - pregunté nerviosa.

- Me refiero a que no quiero que juegues con ella y la lastimes, se merece a alguien mejor, no sólo sexo ocasional por despecho- dijo, haciéndome sentir como una mala persona.

No Te Odio // Meddison // Grey's Donde viven las historias. Descúbrelo ahora