Dolores Hormonales

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Narra Meredith

Nuestro bebé acaba de cumplir 16 semanas de gestación, estamos por llegar al segundo trimestre de embarazo. Por otro lado, Harley cumplió 12 años la semana pasada y está un poco irritable, especialmente hoy.

Era pleno sábado y las vacaciones en la escuela de Harley terminan el lunes, así que Addie quiso descansar, mientras yo adelantaba algunos registros y expedientes medicos en la sala. En ese momento, ví pasar a Harley a la lavandería con una montaña de ropa y sábanas.

- Har ¿Qué llevas ahí? - pregunté, mirándola de reojo.

- Eemmm...nada, sólo debía cambiar mi ropa de cama, es todo - dijo, y corrió escaleras arriba como una fugitiva.

Intenté ignorarlo, pero algo en su forma de actuar me pareció anormal, tal vez es mi instinto materno saliendo a la luz, pero presentí que algo pasaba. Fuí a la lavandería y revisé la ropa que había dejado allí. Todas las cosas tenían manchas de sangre...creo que ya entiendo de qué se trata todo ésto.

Narra Addison

Estaba tomando una siesta, ya que el embarazo me agota demasiado y he estado comiendo mucho últimamente. Disfrutaba de un relajante sueño, cuando Mer entró al cuarto y me despertó por algo aparentemente importante.

- ¿Qué pasa? Estoy cansada - dije, cubriendo mi rostro con la almohada.

- Creo que Harley está teniendo su primer periodo - dijo, paralizando mi corazón.

- ¿Qué? ¿Cómo lo sabes? ¿Ella te lo dijo? - la interrogué.

- No me dijo nada, pero dejó una pila de ropa en la lavandería y todo tenía manchas de sangre, se veía algo avergonzada, creo que deberías hablar con ella, amor - dijo, preocupándose por mi niña como una buena mamá.

- Mierda...creí que estaría lista para éste momento, pero sólo quiero llorar...mi bebita está creciendo, Mer - dije, sin poder contener ese llanto de madre apegada.

Ella me abrazó y limpió mis lágrimas, haciéndome sentir mejor.

- Está creciendo y se convertirá en una jovencita increíble gracias a tí...ahora ve a hablar con ella, te necesita - la besé y respiré hondo para tener aquella charla con mi pequeña preadolescente.

Fuí hasta su cuarto y golpeé su puerta cuidadosamente.

- ¿Se puede? - pregunté, notando al instante que ella no estaba en su habitación.

En realidad, estaba en el baño de arriba, lo supe porque escuché un golpe que vino directo desde ahí. Corrí y la encontré en el suelo, con varios productos de higiene que habían caído sobre ella.

- ¡Cariño! ¿Estás bien? - exclamé, apresurandome a levantarla y ayudarla.

- Sí...sólo estaba buscando algo - dijo, evitando mi mirada.

- ¿Quieres que te ayude con eso? - pregunté, alcanzando unas compresas que tenía guardadas en ese baño.

Ella me miró sorprendida y avergonzada, como si hubiera descubierto un terrible secreto.

- ¿Cómo lo supiste? - preguntó, tocando su cabello de forma nerviosa.

- Mer vió tu ropa, se preocupó por tí - expliqué, entregándole las toallas higiénicas.

- ¿Es necesario tener ésta charla? Ya sé cómo funciona y todo eso - dijo, suavizando un poco su mirar.

- No tenemos que hablar si no quieres hacerlo, tal vez puedas decirme cómo te sientes y yo te ayudaré a estar mejor ¿Te parece bien? - propuse, extendiendo mi meñique hacia ella.

No Te Odio // Meddison // Grey's Donde viven las historias. Descúbrelo ahora