Narra Meredith
Amanecí en mi casa, dándole besitos a la mini pancita de 10 semanas de mi Addie. Ella está preocupada porque casi no se nota, pero yo creo que irá a su propio ritmo, ella es delgada, pero estoy segura de que apenas lleguemos al segundo trimestre, tendrá una hermosa panza muy bien marcada.
- ¿Y si no está creciendo bien? - preguntó, acariciando mi cabello.
- Mi amor, hoy tenemos el primer ultrasonido y podrás despejar todas tus dudas, no te angusties - dije, besando su mano preciosa.
- Tienes razón, me relajaré - prometió, aunque no estaba muy convencida.
- Mamá se preocupa demasiado, pero es porque te ama - comenté, con mis labios pegados al vientre de mi novia.
- Tú conoces los métodos para hacer que mamá se tranquilice - dijo, mordiendo su labio y aprovechando mi posición.
- ¡Amor! Estoy hablando con nuestro bebé, no empieces con tus cochinadas - la regañé, poniendo mis manos sobre su vientre como si pudiera cubrir los oídos de mi bebé.
- Por favoorrr...sólo un poquito - suplicó, haciendo un mini berrinche.
- Addie...- dije, manteniéndome seria.
Me miró y puedo jurar que en sus ojos empezaron a formarse unas pequeñas lágrimas.
- Addison Adrienne Forbes Montgomery ¿Estás llorando por sexo? - exclamé, sin poder creer lo que estaba presenciando.
Asintió, haciendo pucheros y pestañeando para convencerme. Subí hasta sus labios y los besé sin poder contener la risa, ésto es demasiado hilarante.
- Será sólo un poco - dije, dibujando una sonrisa en ese rostro hermoso tallado por los mismísimos ángeles.
Acaricié sus pechos, besé su cuello y sentí cómo el calor subía a un ritmo increíblemente acelerado. Bajé mis manos y las puse bajo su espalda, bajando para apretar su trasero y elevar sus caderas.
Mis besos descendieron por su pecho, mordisqueando sus pezones y dejando marcas en cada rincón. Quité su blusa y pude sentir su piel erizada, suplicando por mí, deseándome y anhelándome. Mi boca marcó su abdomen, delimitando cada parte de mi territorio hasta llegar a sus bragas húmedas y ardientes de calor.
- Hazme tuya...quiero sentirte - rogó, apretando sus pechos y mordiendo su labio.
Bajé sus bragas y empecé a dar besos sobre su zona, haciéndolos cada vez más intensos, usando mi lengua para presionar su clítoris mientras mis manos apretaban su trasero para pegarla más a mí. Ella empezó a mover sus caderas hacia arriba y hacia abajo, acompañando el ritmo de mi boca, de mi lengua y mis labios que no dejaban ningún espacio sin probar.
Sus uñas se clavaron en mis sábanas, mientras su espalda se arqueaba y su garganta dejaba escapar un último gemido agudo que culminó con su infinito deseo carnal.
- ¡Chicas! Creí que hoy podríamos ir juntas al trabajo, me gustaría acompañarlas en el ultrasonido y...- exclamó Lexie, de forma enérgica, irrumpiendo en mi habitación en el peor momento posible.
- ¡Ay por dios! ¡Lo lamento! - gritó, cubriendo sus ojos.
Ella corrió fuera del cuarto y Addie estalló en una fuerte carcajada que se me contagió de inmediato.
- ¿Ya estás felíz? - pregunté, subiendo sobre ella y dándole besitos en esos dulces labios.
- Sabes que sí - contestó, abrazándome y multiplicando mis besos.
Nos quedamos en cama por un rato, dándonos besos y caricias muy empalagosas, no queríamos separarnos por nada del mundo. Normalmente mi novia es muy puntual, pero con el embarazo, a veces olvida cosas, incluso su horario de trabajo.
Narra Addison
Llegamos tarde al trabajo por culpa de Meredith, quién dejó que me perdiera en sus encantos y olvidara que soy jefa de cirugía en el hospital ¿Cómo puede ser tan irresponsable?
Corrimos hacia obstetricia, en dónde Carina nos esperaba pacientemente. Disimular mis nervios en ese momento fue algo imposible, tenía tanta emoción como miedo, sólo espero que las cosas me salgan bien ésta vez.
- Hola ¿Cómo están las futuras mamás? - preguntó Carina, con un fuerte abrazo para ambas.
- Ansiosa, asustada, nerviosa, estoy pasando por todos los estados que existen - expliqué, hecha un atado de nervios.
- Tranquila, es normal que estés asustada, ahora revisaremos a tu bebé y veremos cómo va su desarrollo - dijo, indicándome que subiera a la camilla para que pudiera dar inicio al ultrasonido.
Mer sujetó mi mano y le dió besitos mientras Carina preparaba todo lo necesario. Al descubrir mi abdomen, noté que mi novia me había dejado chupetones muy marcados...
- Wow...Addie ¿Sufriste algún golpe? Porque tienes marcas por todo tu vientre - exclamó nuestra obstetra, bastante preocupada.
- No...es mi culpa, hubo algo de...acción ésta mañana - explicó Mer, tiñendo mi cara de rojo y haciendo reír a Carina.
- Entiendo, también me gusta marcar mi territorio...- dijo ella con un guiño coqueto.
Luego de ese momento incómodo, dimos inicio a la ecografía, estuve atenta a cada mínimo detalle, soy obstetra, no puedo pasar nada por alto.
- El desarrollo de su bebé va a un ritmo perfecto, se vé muy sano y tu matriz es fuerte, ya puedes relajarte - dijo Carina, al ver que había empezado a morder mis uñas.
- ¿Podemos escuchar su corazón? - pregunté, con mi voz temblorosa.
- En eso estoy, cariño, no te preocupes - dijo ella, mientras Mer me daba besitos tiernos para quitarme el miedo.
En cuestión de segundos empezamos a escuchar un latido fuerte y consistente, era perfecto, completamente perfecto.
- Se escucha muy bien, creo que voy a llorar- dijo Mer, sin despegar su mirada del monitor, está enamorada de nuestro bebé.
- Su ritmo cardíaco es perfecto, todo en su bebé está perfectamente bien, lo lograron, bambinas - anunció Carina con una gran sonrisa de orgullo.
- Lo hicimos, mi amor - dijo Mer, sujetando mi rostro y besándome con todo el amor que cabía en su cuerpo.
- Te amo, princesa - dije, respondiendo sus besos y haciéndolos más largos y profundos.
- Si quieren puedo dejarlas a solas para que...marquen su territorio - bromeó Carina, haciéndome reír, toda la tensión en mí había desaparecido.
- En realidad, tengo que volver al trabajo, debo asistir a Arizona en una cirugía importante - dije, limpiando el gel de mi abdomen e incorporandome nuevamente.
- Entonces toma tus vitaminas ahora, no quiero que las olvides - dijo Mer, sacando mis pastillas de su bolso junto con una pequeña botella de agua que guarda sólo para mí.
- Son adorables, ese bebé está en muy buenas manos - ambas sonreímos, orgullosas de los que habíamos construído juntas.
Carina imprimió las imágenes y me las dió para luego retirarse a atender a otras pacientes. Tomé mis vitaminas, bajo la mirada enamorada de mi novia.
- Deja de mirarme, me pones nerviosa - me quejé, sintiendo un leve calor en mis mejillas, ella siempre logra hacer que me sonroje.
- No puedo evitarlo, eres como una obra de arte, tan hermosa, compleja y única, tengo demasiada suerte - dijo, tocando mi corazoncito.
- Te amo, ven aquí - extendí mis brazos, invitándola a un abrazo interminable.
Nos abrazamos y besamos, como si nada más importara, creo que nunca había sido tan felíz en toda mi vida, no quiero separarme de ella. Amo estar enamorada, amo ser su novia, amo cada pequeña parte de la anatomía de Meredith Grey.
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Capitulo bonito para que me perdonen por todas las tragedias 🥺
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No Te Odio // Meddison // Grey's
FanfictionOtra historia, pero ésta vez las cosas son más complejas.