Borrachera Amorosa

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Narra Addison

Me escapé de ese baile como la Cenicienta, al menos yo no perdí ninguno de mis zapatos. Pasé la noche entre copas de vino tinto y un horrible sentimiento de soledad que me invadía.

Desperté al día siguiente, en el sofá de la sala y con mi celular sonando como loco. Lo tomé y atendí sin fijarme quién era.

- Addie, te estuve llamando durante toda la mañana ¿Qué rayos te sucede? - preguntó Amelia desde el otro lado del celular.

- Amy...tengo resaca, me gusta mucho una chica y no quiero arrastrarla a mi pozo de depresión ¿Qué carajos le pasa a mi vida?- pregunté, llorando sin consuelo.

- Linda, perdóname por ésto, pero eres una idiota -

- No me hables así, estoy sufriendo - lloré.

- Addison, llevas meses hablándome sobre esa tal Meredith y lo bien que la pasas con ella, deja de luchar y permítete ser feliz, te lo mereces - agregó, con un tono más comprensivo.

- ¿De verdad crees que me lo merezco? Aún no sé si terminé de pagar mi karma ¿Y si las cosas se terminan arruinando? - pregunté, buscando las respuestas en mi hermanita.

- Cariño, claro que mereces ser felíz, eres la única que aún sigue sufriendo por eso - dijo, siendo paciente conmigo.

- Tal vez es cierto...necesito tomar más tragos - dije, pensando en tal vez no ir a trabajar, tendré que explicarle a Richard la situación.

- ¿No quieres saber por qué te llamé? - preguntó, por poco olvido que ella me llamó a mí y no viceversa.

- ¿Porque me amas? -

- No, porque te amo y también amo a tu hija, ella me llamó desde el teléfono de Derek para contarme lo que ocurrió anoche, está preocupada por tí, hazme un favor y vé con ella - dijo, tocando una fibra muy sensible de mi corazón, amo a mi hija, siempre se preocupa por mí.

- Hablaré con ella, sólo...beberé un poco - dije, continuando con mi plan de ahogar mis penas y dudas en alcohol.

- Bien, sólo no te excedas...sé que no soy la persona indicada para darte ese consejo, pero escúchalo - agregó, con un tono firme.

- Claro, te amo - dije, colgando antes de seguir escuchando regaños, no necesito eso.

Me vestí con la peor ropa que había en mi armario, nunca uso cosas holgadas, pero quería pasar desapercibida ésta vez. Conduje hacia el hospital y fuí directamente a la oficina de Richard, quién se sorprendió al verme.

- Addison ¿Por qué llegas tan tarde? ¿Todo está bien? - preguntó, angustiado.

- No, no lo está, de hecho quería pedirte el día libre - dije, tomando asiento frente a su escritorio.

- ¿El día libre? ¿Para qué? -

- Para beber - confesé, mostrándole mis ojos rojos e hinchados por haber estado llorando.

- Addison, no necesitas alcohol, necesitas ayuda - dijo, apoyando su mano sobre mi hombro.

- El alcohol me ayuda - dije, intentando convencerlo.

Resopló y se resignó a dejarme el día.

- Bien, pero promete que luego buscarás un terapeuta o harás yoga o cualquier cosa que sea menos destructiva - dijo, actuando como un padre protector.

- Lo prometo - dije, dándole mi meñique, así sello mis promesas con Harley.

Me despedí y me encaminé hacia el bar de Joe, el pobre apenas podía seguir el hilo de mis conversaciones de ebria, siento que soy una carga para todo el mundo.

No Te Odio // Meddison // Grey's Donde viven las historias. Descúbrelo ahora