No Te Odio // Meddison // Grey's

Las Hermanas Grey

Narra Meredith

Los meses pasaron a una velocidad abrumadora, mi bellísima novia ahora es la nueva jefa de cirugía y estamos a punto de cumplir nuestros primeros seis meses juntas, medio año amándola con todo mi ser. Lamentablemente, no todo es color de rosas, Thatcher insiste en arruinar mi vida, ésta vez lo hizo presentándome a una supuesta hermana de la que nunca supe nada. La tal Lexie lleva semanas intentando agradarme de forma desesperada, no quiero saber nada con ella.

Hoy estuvimos instruyendo a algunos internos, Bailey se niega por completo a ayudarnos, ya tuvo demasiado lidiando con nosotros. Izzie decidió llevarlos para organizar algunos juegos y hacerlos aprender sobre el trabajo y lo que les espera, tiene mucha pasión y mucha paciencia.

Me quedé en el lobby, organizando los expedientes de algunos pacientes que tienen síntomas muy extraños, quiero investigar al respecto.

- La niña Grey te envía ésto - anunció George, llegando junto a mí con una caja llena de galletas.

- Ooww ¿Son caseras? - pregunté, tomando la caja en mis manos.

- Sí, y tienen chispas de chocolate - exclamó, con una amplia sonrisa.

Sonreí irónicamente y me acerqué a un cesto de basura para tirar todas las galletas sin inmutarme. Cristina y George me miraron impactados, pero con sólo una mirada les dejé muy en claro que no quería escuchar ningún comentario.

Narra Addison

Estaba organizando los horarios para algunas cirugías que debía supervisar, cuando una linda interna se acercó a mí de forma tímida.

- Disculpe, Doctora Montgomery ¿Tiene un minuto? - preguntó con mucha amabilidad.

- Claro ¿Se trata de algún caso? - pregunté, sin prestar mucha atención.

- No, es sobre Meredith - la miré extrañada, sin entender de qué se trataba - Yo soy Lexie Grey - aclaró, haciendo que ahora todo tuviera sentido.

- ¡Oh, claro! Lo lamento, estoy muy distraída - dije, dándole un abrazo para saludarla de forma más familiar.

- Entonces ¿Tiene un minuto para hablar? - insistió, dulcemente, no podía decirle que no.

- Por supuesto, vamos a mi oficina - indiqué, tomando su brazo para guiarla al despacho.

Llegamos y cerré la puerta, sé que Mer me odiará si me ve hablando con ella, pero parece ser una buena chica.

- Dime, linda ¿De qué quieres hablar? - pregunté, tomando asiento frente al escritorio.

- Mi hermana me odia y ya no sé qué hacer, creí que tal vez usted podría ayudarme, ya que son...pareja - explicó con timidez, como si yo fuera a morderla.

- No te odia, Mer es...complicada - suspiré, intentando hacerla sentir mejor - Los cambios son difíciles para ella, necesita tiempo, debes tenerle paciencia - dije, tomando su mano.

- ¿No puede hacer algo para ayudarme? Por favor, no quiere escuchar a sus amigos, es mi último recurso - suplicó, con mucha angustia.

- Está bien, hablaré con ella, descuida - aseguré, luego de dar un largo suspiro, me espera una charla muy complicada.

- Muchísimas gracias, me encanta tenerla de cuñada - exclamó alegremente, intentando abrazarme.

- Mucha confianza, Grey, tranquila - dije, calmando su ímpetu.

- Lo siento, muchas gracias - repitió, dando pequeños brincos de alegría, me hace acordar a mi hija.

- Vuelve al trabajo, Stevens está muy exigente y no quiero que te reste puntos por llegar tarde - dije, acompañándola a la puerta para despedirla.