Narra Harley
Las cosas han sido muy extrañas últimamente. Papá está molesto por un caso, golpeó a un señor y tuvo que pagar una multa, mientras que mamá tuvo una crisis muy fea, Mer no quiso darme demasiados detalles, pero el ambiente se siente muy tenso.
En éstos últimos meses, mamá volvió a esas clases de yoga y compró toneladas de incienso, está lidiando con las cosas de una forma más pacífica, sólo espero que pueda sanar, quiero a mi mami de vuelta.
Ahora mismo, estoy quedándome con papá, ya que él cree que mamá está muy inestable como para cuidarme, todo es un desastre, pero hacemos lo mejor que podemos.
- ¡Har, ven a desayunar! - gritó papá, como si estuviera a kilómetros de distancia.
- Papá, puedo verte desde la habitación, es un trailer, no una mansión - bromeé, levantándome para comer con él.
- Qué graciosa, ahora no tendrás un cuarto para tí en la casa que estoy construyendo - dijo, haciéndome gestos.
- Creí que la estabas construyendo por mí - agregué, usando sus propias palabras en su contra.
- Un hombre puede cambiar de opinión - continuó, ya que su orgullo no le permite perder una discusión por más absurda que sea.
- Sí, claro, nadie se resiste a éste rostro - dije, sonriendo y pestañeando para conquistarlo.
Me sirvió el desayuno y besó mi mejilla de forma empalagosa.
- Tú ganas ésta, revoltosa, ahora come - dijo, cediendo ante mi lindura.
Fue una linda mañana de sábado, fue agradable no sentir el fuerte aroma a incienso que ahora invade la casa de mamá, espero que Mer aún no haya muerto por asfixia.
Narra Meredith
Últimamente estoy haciendo muchas horas extra en el trabajo, es una forma de escapar del aroma a incienso que invadía tanto mi casa como la de Addison. Me alegra que esté encontrando nuevas formas de sanar su trauma, pero mi nariz necesita un descanso de ella.
Las cosas en el hospital marchan demasiado bien, un nuevo doctor llegó al Mercy Grace de Seattle hace un par de semanas. Es el hermano de Carina, su nombre es Andrew DeLuca, es un médico brillante y una linda persona.
Me tocó trabajar a su lado por varios días y lo disfruté mucho, él tiene grandes instintos que al parecer nunca fallan, igual que los míos, nos complementamos a la perfección.
Ésta mañana, trabajamos en un caso con un diagnóstico previo errado y salvamos la vida de un hombre con una cirugía de más de cinco horas, fue increíble. Ambos nos felicitamos y nos dedicamos varios abrazos y sonrisas.
- ¿Crees que puedas acompañarme a cenar ésta noche? - preguntó mientras lavabamos nuestras manos luego de la cirugía.
- Claro, no tengo nada que hacer - respondí de manera amistosa.
- Genial ¿Quieres que pase por tí? - preguntó con timidez y un poco de nervios.
- No, iremos juntos al salir del trabajo, será divertido - dije, dando una palmada en su hombro y yendo a disfrutar de mi merecido descanso.
Estiré un poco mi cuello luego de haber pasado tantas horas de pie, necesitaba relajarme y descansar, pero eso no sería posible. Cristina me alcanzó a medio camino, arrastrándome hacia una sala vacía para decirme algo que no podía esperar.
- ¡Oye! ¿Qué pasa? - pregunté, mientras me secuestraba.
- ¿Acabas de aceptar una cita con Andrew DeLuca? ¿Acaso quieres morir en manos de Addison Montgomery? - preguntó, mirándome con desaprobación.
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No Te Odio // Meddison // Grey's
FanfictionOtra historia, pero ésta vez las cosas son más complejas.