Narra Addison
Al cabo de unas horas, Harley por fin tuvo el alta y pudimos regresar a casa todos juntos. Derek quería estar con ella a toda costa y yo no podía negarle ese derecho, aunque Mer no parecía estar muy contenta con ésto. Una vez en casa, apenas si me habló, sólo llevó a Henry a su cuarto para que durmiera y luego siguió con su vida, dejando a mi ex marido y a mi hija pasar tiempo juntos mientras que yo la perseguía para intentar entablar una conversación decente.
- ¿Quieres que duerma en el sofá? Así tendrán la cama grande para ustedes solos - dijo, apenas pusimos un pie en nuestra habitación.
- Meredith, ya basta ¿Por qué insistes en que Derek y yo tenemos algo? - pregunté, cansada de sus malas caras y sus insinuaciones.
- ¡Porque él está loco por tí y tú te niegas a creerlo! - exclamó, dando vueltas por la habitación.
- ¡Me niego a creerlo porque no es verdad! Somos amigos, compartimos una hija, nada más que eso - intenté sujetarla para que se calmara, pero estaba demasiado molesta.
- Addie...yo confío en tí ¡Pero no me pidas que confíe en Derek! - dijo, apuntandome con su dedo a milímetros de mi cara.
- Cariño, te amo, eres la mujer de mis sueños y por más que Derek me baje la luna y las estrellas, no me va a importar, porque tengo frente a mí un universo entero cada vez que miro tus ojos - dije, apretando su rostro entre mis manos, disfrutando de la luz que emana su mirada y muriendome por besarla.
- No quiero que vuelva a lastimarte, ni como amigo ni como cualquier otra cosa - dijo, acariciando el dorso de mis manos.
- No lo hará, y tampoco dejaré que te dañe a tí, te amo - apenas terminé de pronunciar esas palabras, ella pegó sus labios a los míos, besándome con una pasión que apenas si me permitía respirar.
- ¿Acabas de hacerme una escena de celos y ahora pretendes que tenga sexo contigo? - arqueé mi ceja para resaltar mi punto mientras ella sólo deseaba probar mi boca.
- Al menos déjame intentar convencerte - pidió, besando mi cuello de forma lenta y pausada, dejando que su lengua reconociera cada filamento de mi piel.
Sabe perfectamente qué hacer para alterar mi sistema y volverme una prisionera de sus manos, su aliento y su cuerpo.
- Aún es temprano, Har sigue despierta - dije, soltando suspiros que me llevaban a la cama.
- Har está viendo películas con su padre en la sala, las mamás se pueden divertir - murmuró, mordiendo el lóbulo de mi oreja y apretando mis caderas para que se unieran a las suyas.
Sólo bastaron unos cuántos besos más para convencerme de entregarle todo mi ser. Sus manos bajaron por mi vestido, levantándolo y accediendo a mis bragas con facilidad. Acarició con sus dedos todo lo que había entre medio de mis labios, todo eso le pertenecía, yo le pertenezco.
- Espero que con ésto me perdones por hacer tontas suposiciones - me arrojó a la cama y bajó el cierre de mi vestido para quitarlo, dejando mi cuerpo al descubierto.
Me agité y mi corazón amenazaba con salirse de mi pecho, poniéndome tensa y nerviosa como la primera vez. Mordí mis labios y dejé que ella bajara por mi figura, esculpiendo cada curva con sus manos ágiles.
Narra Harley
Papá y yo nos quedamos en la sala, disfrutando de algunas películas de ciencia ficción a las que nos volvimos adictos, es lindo pasar éste tiempo de calidad con él.
- ¡Oh! Har, ya es muy tarde - dijo de repente, luego de echarle un vistazo a su reloj.
- Descuida, tengo un certificado médico, tengo tres días libre de la escuela - dije, sacando a relucir el lado positivo de mi situación.
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No Te Odio // Meddison // Grey's
FanfictionOtra historia, pero ésta vez las cosas son más complejas.