Narra Meredith
Después de las primeras semanas, el cansancio de Addie mejoró bastante, sus vitaminas la ayudaron mucho y amo verla más activa. Ahora el problema son sus antojos, nauseas y ansias sexuales.
- ¿Me das un besito? - preguntó, mientras cepillaba mis dientes.
- ¿Sólo quieres un besito? - pregunté, elevando una ceja, sus besitos siempre terminan en algo más.
- Sí...pero no te dije en dónde - respondió, acariciando mi cintura con sus delicadas manos.
Terminé de lavar mis dientes y volteé para alzarla en mis brazos, besándola y pegando su cuerpo contra la pared. Estoy disfrutando mucho de sus deseos hormonales. Su entrepierna estaba empapada, podía sentirlo incluso por arriba de su ropa.
- ¿Quieres que siga? - pregunté, guiándola hacia la cama.
- Sí...quiero sentirte dentro de mí - murmuró en medio de un gemido.
Me vuelve loca, quiero comérmela y no dejarla escapar, es la mujer más sexy del mundo. Me senté al borde de la cama, arrancando su blusa para poder probar sus pechos, masajearlos y dejar besos húmedos sobre ellos. Ella empezó a meter su mano por debajo de mí pantalón, haciendo presión en mi zona y pequeños círculos que me hicieron gemir en voz alta.
Nos tocamos y disfrutamos por un rato, hasta que terminamos completamente desnudas. Separé sus piernas, para poder colocarme en medio, entrelazandome con ella y moviéndome con mi intimidad unida a la suya. Sus gemidos empezaron a aumentar a medida que yo me movía, escuchar ese maravilloso sonido me hacía suspirar, adoro sentir su calor.
Agregué dos dedos en su interior, sin dejar de moverme y frotar nuestras zonas, Addie sujetó mis caderas para intensificar mis embestidas y sentirme aún más en ella. Teníamos que llegar temprano al trabajo, así que apresuré un poco las cosas. Levanté su torso, para tenerla frente a mí y poder besarla, abrazarla y apretar su trasero para juntarnos más y más.
Ella empezó a moverse cada vez más rápido, yo seguí moviendo mis dedos en su interior y de pronto bajó su mano para presionar mi clítoris, haciendo que tuviéramos un fuerte orgasmo al mismo tiempo. Nuestros gemidos se unieron con una sintonía perfecta. La besé y acaricié su cuerpo, dejándole pequeños momentos para respirar.
- Eres increíble - dijo, besando mi hombro y dándome pequeñas mordidas.
- Tú lo eres, princesa - contesté, besando sus labios y admirando esos hermosos ojos celestes.
- Ahora ya podemos ir a trabajar - dijo, con una sonrisa pícara y mordiendo su labio.
- ¿No quieres una segunda ronda? - pregunté, sin poder resistirme a sus encantos.
- Tal vez luego, llegaremos tarde - dijo, dándome un besito para luego levantarse y dejarme con las ganas de más.
Adoro que mis mañanas empiecen así, debo ser la mujer más afortunada de todo el mundo.
Narra Addison
Fuimos al hospital y de inmediato tuvimos casos que atender, parece que será un día largo. Ésto del embarazo está siendo muy complicado, todo me da náuseas y también todo me excita, cuando no estoy asqueada, estoy caliente, es una odisea.
- Deja de morder ese lápiz, no te hizo nada malo - bromeó Calliope, mientras yo llenaba la historia clínica de mi paciente.
- Lo sé, es que así puedo evitar que...- no pude terminar la frase, me daba algo de pena.
- ¿Qué cosa? ¿Tienes hambre? Sólo usa a algún interno para que te traiga algo de la cafetería - dijo, creyendo que se trataba de mi apetito.
- No...no es eso...- dije, sintiendo un fuerte golpe de calor entre mis piernas.
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No Te Odio // Meddison // Grey's
FanfictionOtra historia, pero ésta vez las cosas son más complejas.