Nuestro Hogar

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Narra Meredith

Abordamos nuestro vuelo al amanecer, despidiéndonos de California para regresar a nuestro hogar. Sería un largo viaje, así que me puse cómoda en mi asiento y disfruté de la linda vista.

- Amor...saca tu mano de ahí - dije, sintiendo cómo mi novia intentaba manosearme por encima del pantalón.

- Nadie se dará cuenta - susurró, bajando mi cremallera discretamente para acceder a mi piel.

- Linda, no es buena idea - dije, tomando su mano y alejándola de mí con firmeza.

- ¿Y qué se supone que haré durante el vuelo? - preguntó, haciendo pucheros y dándome besos.

- Dormir, nos levantamos muy temprano, necesitamos descansar - contesté, recibiendo sus besos y reclinando su asiento para forzarla a tomar una siesta.

-Aguafiestas - se quejó, dando media vuelta para dormir e ignorarme al mismo tiempo.

Le dí unas palmadas en el trasero y la cubrí con una manta para que no pasara frío. Empecé a quedarme dormida, cuando me distrajo una mano que quería compañía. Entrelacé mis dedos con los suyos y así ambas nos sentimos más acompañadas, incluso en medio de su berrinche, necesita mis cariños.

Al cabo de unas horas, llegamos al aeropuerto de Seattle, Addie tuvo que contener sus impulsos hormonales y bajó del avión viéndose muy molesta.

- ¿Quieres que lleve tus maletas, preciosa? - pregunté tiernamente.

- No, puedo sola - dijo, fría y cortante.

- Ven aquí - dije, tomando su cintura y arrastrándola con todo y equipaje hacia el estacionamiento.

- ¿Qué haces? - preguntó, mientras yo dejaba las maletas en el baúl del auto.

- Te quitaré toda esa tensión - dije, abriendo la puerta trasera del auto para entrar con ella.

- ¿Es por lo del vuelo? - preguntó, acomodándose y besándome sin poner objeción alguna.

- ¿Tú qué crees? - dije de forma sarcástica, aprovechando para meter mis manos bajo su blusa.

Se sentó sobre mis piernas y seguimos besándonos sin parar, estoy disfrutando mucho de sus despliegues hormonales, estoy en el maldito paraíso. Metió sus manos en mi pantalón y apretó mi trasero, desviando sus hermosos dedos hacia mí intimidad, ojalá éste momento nunca termine.

Lo hicimos por más de una hora, hasta que el auto se volvió demasiado incómodo, no podíamos hacer muchas posiciones y moverse era complicado, no fue una muy buena idea.

- Deberíamos ir a casa ¿No crees? - dije, riendo y robándole unos cuántos besos rápidos.

- Sí, Derek estará ahí con Harley en media hora, creo que nos emocionamos un poco - rió, dándome un tierno y cálido abrazo que disfruté mucho, siempre tenemos éstos momentos tiernos luego de tocarnos hasta el alma.

Nos ayudamos mutuamente para poder vestirnos, Addison tenía varias marcas de besos y chupetones en el cuello y en el pecho, así que tuve que prestarle mi suéter para ocultar la evidencia.

Conduje hasta su casa mientras teníamos charlas casuales. Addie estaba muy emocionada por ver a su hija, es una gran mamá, adoro ver ese lado de ella y poder ser parte de su familia.

- ¿Ese es el auto de Derek? - pregunté, señalando al vehículo que se encontraba estacionado fuera de la casa cuando llegamos.

- ¡Siii! Ellos ya están aquí - exclamó mi linda novia con toda su emoción.

No Te Odio // Meddison // Grey's Donde viven las historias. Descúbrelo ahora