Planes Abruptos

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Narra Addison

Pasaron varias semanas luego de haber festejado el cumpleaños de Harley. Tomé la decisión de regalarle un nuevo celular, ella está emocionada y se ha portado de forma ejemplar, sus notas fueron excelentes, ahora disfruta de sus vacaciones antes de empezar su primer año de secundaria.

Mer y yo hemos estado viendo el asunto de la boda, no tenemos ningún tipo de idea ni dirección. No quiero volver a hacer una boda ostentosa y snob, quiero algo diferente, yo la amo de una forma diferente a cualquier amor que haya sentido antes. Amelia, Charlotte y Violet aprueban y apoyan todas mis decisiones, también intentan mantener mis pies sobre la tierra. Callie, Arizona y Cristina intentan aportar ideas para ambas y darnos consejos, ayuda bastante pero sigo confundida. Por otro lado están Sam y Naomi, quienes sólo tiran abajo todas mis ideas y me hacen sentir mal.

También están Mark y Archer, uno es mi hermano y el otro es lo más parecido que tengo a un segundo hermano...pero ninguno aporta nada que no sean chistes tontos sobre lesbianas, es un desastre.

Ahora mismo, estoy en mi cuarto con mis hijos, liberando mis frustraciones mientras ellos me escuchan.

- Tal vez deberías pensarlo menos, las mejores ideas son las que fluyen en el momento - dijo Har, mientras intentaba pararse de cabeza contra la pared para hacer reír a Henry.

- Quiero algo que nos guste a ambas, somos dos novias, no quiero acaparar la atención, quiero que todos la vean con esa luz que hizo que me enamore de ella - dije, tirada en la cama, pensando en ideas, ésto es más complicado de lo que creí.

- Qué cursi, esas cosas melosas te salen naturalmente cuando piensas en Mer, sólo usa esa energía para los planes de la boda y ya - respondió, estirando y practicando algunas cosas de kárate que no entiendo pero a Henry le parecen hilarantes, amo oír su risa.

- Tal vez debería relajarme, tienes razón, sólo dejaré que fluya - admití, tomando mi celular para hacer una llamada muy importante.

Quiero hacerle una propuesta a mi novia, no sé si vaya a estar de acuerdo, pero es algo que salió desde lo mas profundo de mi corazón. Es arriesgado, loco y hermoso...como mi mujer, debo intentarlo.

Narra Meredith

Addie me citó en una dirección específica para tener una noche a solas, no tenemos muchas desde que somos mamás de un bebé de 5 meses y de una adolescente de 13 años. Además, estamos muy enfocadas en el trabajo, ambas tenemos nuevos enfoques profesionales y eso drena todo nuestro tiempo, necesitamos un momento de soledad.

Por alguna razón, me puse nerviosa al saber que tendríamos una cita, me sigo emocionando como el primer día, sólo ella es capaz de provocarme eso, espero que todo salga bien.

- ¿Estás usando mi perfume nuevo? - preguntó Cristina, olfateando mi cuello como un sabueso.

- Siii, lo siento, es que tengo una cita ¿Te gusta mi brillo labial? Se lo robé a Carina - dije, presumiendo mis labios.

- Mi regalo de bodas para tí será un bolso con tus propias cosas - se quejó, arrebatándome el perfume.

- Qué linda, ahora dime ¿Me veo bien? - posé y arreglé mi escote para que se viera aún más piel, quiero impresionar a mi chica.

Cristina sujetó mis pechos y los acomodó hacia arriba para que resalten aún más.

- Así está mejor, ve por ella, tigresa - bromeó, mientras yo sonreía llena de emoción.

Me despedí de ella y me apresuré para llegar a tiempo a la dirección que Addie me había enviado. Derek está cuidando a Henry, aprovechando que Har se quedará con él ésta semana, así que mi novia y yo tenemos toda la noche para divertirnos.

Conduje hasta el misterioso lugar, descubriendo para mí sorpresa, que se trataba del parque de diversiones en el que tuvimos nuestra primera cita...quiero llorar. La busqué en la entrada y apenas pude verla, corrí a sus brazos, como si llevara años sin sentir su tacto, la amo demasiado.

- ¡Eres demasiado tierna! - exclamé, dándole besitos en los labios.

- Quería recordar aquella linda noche ¿Te gusta? - preguntó, mientras sujetaba mi cintura y se perdía en mis ojos iluminados por aquellas radiantes luces del parque.

- Me encanta, te amo, mi princesa - no podía dejar de besarla, me siento cada día más enamorada.

- Amorcito, ya tendremos tiempo para besos, vamos a disfrutar de la noche - dijo, alejándose de mis labios para poder iniciar nuestro recorrido.

Nos hicimos algunos piropos, ambas nos habíamos arreglado para la ocasión y nuestras manos no se despegaban del cuerpo de la otra, nuestra atracción es cada día más fuerte. Subimos a muchas atracciones divertidas, ésta vez, estuve mucho más suelta y en confianza, es como estar en el lugar más felíz del mundo con tu mejor amiga, todo es divertido. El último juego que me quedaba por dominar era...

- ¿Quieres subir al carrusel? - preguntó, inocentemente mientras sujetaba mi mano.

- No lo sé...es algo tétrico - dije, sintiendo un fuerte escalofrío.

- Estoy contigo, no voy a soltar tu mano en ningún momento - dijo, regalándome esa sonrisa que llena de calor a mi torpe corazón.

Sonreí y accedí a combatir ese tonto miedo, con ella a mi lado, todo es más fácil. Elegirnos dos caballitos que estaban uno al lado del otro, Addie no soltó mi mano por nada del mundo, haciéndome sentir segura. La máquina se puso en marcha, esas luces y esa música me traen pésimos recuerdos...pero con sólo mirarla, todo eso se transforma en magia.

- ¿Estás bien? - preguntó, apretando mi mano.

- Sí...no está tan mal - contesté, con una sonrisa real y genuina.

- Te amo -

- Te amo mucho más -

- Lo dudo -

- ¿Quieres pelear? - la desafié, haciéndola reír.

- Eres una tonta - bromeó, lanzándome un besito.

- ¿De qué querías hablarme? - pregunté, recordando que ésta salida tenía un propósito más allá de sólo ser una cita.

- Es...sobre la boda...Mer, yo no quiero una gran fiesta ni usar un enorme vestido blanco, quiero sentirme bonita siendo yo misma y quiero que tú también estés cómoda - confesó, temiendo que algo de eso pudiera llegar a molestarme.

- Linda, yo no quiero una torpe boda lujosa como las que todos tienen, quiero algo que sólo tú y yo podamos hacer...algo nuestro - apreté su mano y me sentí completa.

- Entonces...¿Te gustaría...fugarte conmigo y casarnos como dos fugitivas? - apenas terminó con esa pregunta, el carrusel se detuvo, al igual que mi corazón.

- ¿Qué estamos esperando? - pregunté, mientras sentí cómo mis ojos se llenaban de lágrimas.

Bajamos del carrusel y nos besamos como si fuera la última vez que podríamos hacerlo...quiero estar con ella para toda la vida, crecer a su lado y volverme una anciana enamorada que despierta a su lado cada día. Quiero tener una casita en el campo, con un perro y tal vez un gato, disfrutando de mi retiro mientras ella me regaña por estar descalza sobre el piso de madera, hacerla reír antes de dormir para que siempre tenga una sonrisa, ayudarla a ocultar sus canas con tinte rojo y quejarnos de la juventud sin dejar de sujetar nuestras manos...mi futuro es con ella, en cada escenario, ella es mi destino.

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Mis bebés tan hermosas 😭❤️

No Te Odio // Meddison // Grey's Donde viven las historias. Descúbrelo ahora