En el Ojo de La Tormenta

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Narra Meredith

Las alarmas empezaron a sonar, afuera se estaba desatando una catástrofe ambiental que no tardó en llenar el hospital de víctimas accidentadas. Había de todo, gente con ramas u objetos atravesados, personas alcanzadas por un rayo, accidentes de coches, era una completa odisea, todos corríamos de un lado a otro para poder darle atención a cada paciente.

Cuando creímos que no podía ponerse peor, las ventanas empezaron a estallar, el tornado había alcanzado al hospital y los objetos volaban amenazando nuestra seguridad.

- Muevan a la gente lejos de las ventanas y cualquier entrada - anunció Richard, movilizando a todos.

- Buscaré cajas y colchones para tapar las ventanas - dijo Lexie, corriendo para encontrar pequeñas soluciones.

- Ten cuidado con los vidrios - grité mientras la veía correr, no quiero que nada malo le pase.

En medio del caos, ayudé a Teddy con las víctimas de traumatismos severos. Estaba atendiendo a un hombre que tenía un tubo de metal que atravesaba su cuerpo. Al mismo tiempo, tenía que revisar a un paciente con quemaduras por el impacto de un rayo, ésto es lo más estresante que haya tenido que hacer, no hay forma de que se ponga peor.

Narra Addison

Derivé a algunos pacientes con lesiones y procuré mantener a salvo a los sectores vulnerables. Los bomberos llegaron para ayudar a calmar a la gente y delimitar las áreas seguras, ésto es una maldita locura.

- Addie, hablé a la escuela de Harley, tienen un área segura contra tornados, aislaron a los niños en esa zona y están a salvo - dijo Derek, mientras yo recogía trozos de vidrio que pudieran presentar un peligro inminente.

- Excelente, gracias por avisarme - dije, besando su mejilla y continuando con mi tarea.

Llevé a niños y embarazadas a la zona de resguardo, siempre y cuando éstos no tuvieran heridas o afecciones graves.

Mientras ponía a mis pacientes a salvo, empecé a sentir un dolor agudo que punzaba mi abdomen y se disparaba a mis caderas y mi espalda baja.

- Ahora no, ahora no - supliqué, sujetando mi vientre y respirando de forma pausada.

Esperé a que el dolor se fuera y seguí organizando los espacios, debo encargarme de todo y asegurar el bienestar de mis colegas.

- ¡Lexie, cuidado! - grité, jalando su brazo justo cuando un auto se estrelló atravesando una de las ventanas que ella intentaba cubrir.

Ambas caímos al suelo, los bomberos se apresuraron en apagar el fuego y sacar a las víctimas del vehículo, temiendo que pudiera haber una explosión.

- Eso estuvo cerca ¿Estás bien? - preguntó ella, sujetandome para levantarme del suelo.

- Sí, lo estoy ¿Tú estás bien? - pregunté, viendo un feo corte en su frente que no dejaba de sangrar.

- Lo estaré, gracias por salvarme - me abrazó y luego corrió a seguir trabajando, esa chica es increíble.

Caminé lentamente por los pasillos, asegurándome de que todo estuviera bien, los dolores iban aumentando cada vez más y era difícil apurar el paso.

- ¡Ahí estás! - gritó Mark, muy felíz de verme - Te necesitamos, hay una paciente embarazada con una estaca de madera que atraviesa su vientre, el bebé está vivo pero..- su frase fue interrumpida por el sonido de mi fuente rompiéndose y llenando el piso de líquido amniótico.

- Mierda, eso no está bien, sujeta mi brazo, te llevaré con Carina - dijo, ayudándome a dar pequeños pasos mientras yo me quejaba y temblaba por el miedo.

No Te Odio // Meddison // Grey's Donde viven las historias. Descúbrelo ahora