Narra Meredith
Derek y yo acabamos de cumplir dos meses de noviazgo, me siento muy bien a su lado, soy felíz y me siento amada, creo que es el indicado. Hoy me trajo flores y nos quedamos acostados como si no hubiera nada más que hacer en el día, es simplemente perfecto.
- ¿Iremos juntos al trabajo? - pregunté, dándole besos sin parar.
- Claro, quiero que hagamos todo juntos- contestó, haciéndome sentir mariposas en el estómago.
Me vestí a duras penas mientras él me besaba y acariciaba sin querer dejarme ir, es demasiado tierno. Finalmente nos pusimos en marcha para ir al hospital, llegaríamos terriblemente tarde, pero valdría la pena.
Al llegar, Richard solicitó hablar conmigo, siendo el jefe, temo que pueda regañarme, siendo el ex de mi madre, temo que pueda querer hablar de asuntos personales, ninguno de mis posibles panoramas es bueno. Derek me acompañó al ver mi nerviosismo, prometió defenderme si él me regañaba por llegar a ésta hora, creo que estoy a salvo.
- Meredith, quiero hablar contigo...a solas- aclaró al verme entrar con compañía, tragué saliva con dificultad, temiendo lo que pudiera decirme.
- Claro, yo sólo estaba de paso - dijo Derek nervioso para luego retirarse...cobarde.
- Luego hablaré contigo - lo amenazó Webber con una mirada fría y sería, creo que está en problemas.
Nos quedamos solos en su oficina y yo me senté esperando recibir malas noticias.
- Mer, quería informarte que llegará una nueva titular para el área de ginecología, obstetricia y neonatal, es la cirujana mejor pagada del país y quiero que forme parte permanente de nuestro equipo - comentó, con emoción por aquella nueva integrante.
- No entiendo...¿Qué tengo que ver con eso?- pregunté confundida.
- Quiero que tú te encargues de asistirla en lo que te pida y que hagas lo posible por crear un buen ambiente de trabajo - dijo, explicando mi labor asignada, aunque sigo sin entender por qué me eligió a mí par ésto.
- Está bien, supongo que será un gran honor trabajar para alguien con tanto prestigio - contesté, viéndole el lado bueno, aprendería mucho de la nueva doctora.
- Esa es la actitud, ya puedes regresar al trabajo - concluyó emocionado, no sé qué le picó.
- Claro...gracias - dije, despidiéndome fríamente, espero que no crea que me ganará dándome privilegios como éste, yo no soy su hija.
Regresé a la recepción, Derek se había quedado con mi abrigo, esperando a que volviera y le contara todo lo que pasó. Me acerqué a él con un paso ligero y una sonrisa que revelaba que todo había salido bien. Iba a besarlo, pero una vieja conocida nos interrumpió y por poco se me sale el corazón.
- ¡Derek! ¡Qué gusto me da verte! - exclamó Adele, la esposa de Richard quién había venido a visitarlo.
- También me alegra verte - dijo él, dándole un cálido abrazo, se conocen desde hace muchos años.
- Oh, Meredith ¿Cómo estás, preciosa? - agregó, abrazándome a mí también, es una mujer muy simpática.
- Estoy bien, disfrutando de mi trabajo- respondí con una sonrisa amistosa.
Derek, por alguna razón se veía demasiado nervioso, no sé qué le sucede, pero parecía querer deshacerse de Adele.
- ¿Quieres que te lleve con Richard? Creo que está en su oficina - dijo, intentando llevársela, pero ella insistía en conversar.
- Déjala, estamos pasando un lindo momento - dije, sin entender su desesperación.
Quiso tomar su teléfono y por accidente dejó caer su billetera, la levanté para dársela, pero Adele me la quitó de las manos.
- ¿Ya te mostró la foto de la pequeña Shepherd? Hace mucho que no veo a esa linda muñequita - dijo ella con ternura, abriendo la billetera de mi novio y mostrando la foto de una niña a la que nunca había visto.
Derek empezó a sudar frío y a rascar su cabeza de forma compulsiva.
- ¿Quién es ella? - pregunté, creyendo que podía ser algún tema delicado para él, obviamente no estaba preparada para lo que estaba a punto de escuchar.
- Es su hijita ¿No es preciosa? Cumplió nueve años hace poco y olvidé enviarle un obsequio ¿Puedes creerlo? - mis oídos se taparon y todo a mi alrededor empezó a desmoronarse ¿Cómo pudo ocultarme algo así?.
- Espero que tú y Addison lo arreglen pronto, son un matrimonio muy unido, por algo siguen juntos - esos fueron los últimos clavos para mí ataúd, lo logró, él acaba de romperme sin decir una sola palabra.
Me alejé de él con un gesto de indignación y dolor que se escapaba de mí. Antes de que pudiera intentar explicarse, corrí lejos de aquella situación para no volver a dirigirle la palabra. Creí que en verdad me amaba, resulté ser sólo un juguete, de usó para ser un adúltero y destruir una familia, es horrible.
Narra Cristina
Mer llegó a la sala de descanso y cerró la puerta mientras se quebraba en llanto, nunca la había visto así, ésto no puede ser bueno.
- Mer ¿Qué pasó? - pregunté preocupada, acercándome a ella.
- Mi novio tiene esposa y una hija...sólo me usó - lloró, haciendo que me hierva la sangre, los hombres dan asco.
- ¡¿Qué?! Sabía que había algo en él que no me gustaba, maldito imbécil - dije, pensando en mil formas distintas de golpear su estúpida cara.
- Yo soy la imbécil, me dejé engañar por sus lindos gestos y ahora él rompió mi corazón - dijo, afligida y triste.
La abracé a pesar de que detesto el contacto físico, es mi mejor amiga y me necesita, es mi prioridad ahora.
Narra Meredith
Regresé a casa y tiré a la basura las flores y obsequios que Derek me había dado, no quiero tener nada suyo. Me dolió demasiado ver cómo nuestro perro me observaba mientras me desmoronaba y desechaba todo lo que algún día compartí con Derek, Doc será lo único valioso que conservaré de esa relación.
Cristina sirvió un par de shots de tequila para pasar el mal rato, hablamos y desvariamos un poco hasta que el sueño nos ganó. Mañana debo trabajar con la nueva doctora y quiero estar bien para entonces, si me enfoco en mi trabajo, dejaré de pensar en Derek, al menos eso es lo que espero.
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Un proyecto distinto
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No Te Odio // Meddison // Grey's
FanfictionOtra historia, pero ésta vez las cosas son más complejas.