Narra Meredith
Tener a un bebé recién nacido y a una preadolescente en la misma casa es mucho más complicado de lo que creí. Henry pasó la noche en vela, llorando por cólicos, Addie está exhausta, ahora mismo se encuentra en la terraza, intentando lograr que se duerma de una vez por todas.
Mientras tanto, Harley está con su periodo y discutimos por todo, es desesperante. Apenas puse un pie en la cocina, me encontré con el refrigerador abierto de par en par, mientras que ella se encontraba muy tranquila bebiendo jugo en la sala. Cerré la puerta del refrigerador y me dirigí hacia ella para regañarla.
- Harley, la próxima vez que saques algo de la nevera, por lo menos cierra la puerta - dije, frotando mis ojos cansados por la falta de sueño, es difícil lidiar con ésto.
- Lo olvidé, deja de atacarme - dijo, completamente a la defensiva.
- No estoy atacándote, sólo quiero que colabores un poco con todo ésto, las tres estamos cansadas y estresadas, pero se supone que somos un equipo - dije, intentando conectar con ella de alguna forma.
- No tengo ganas de escuchar tu sermón - dijo, retirándose con indiferencia.
- ¡Harley! Estoy hablando contigo, vuelve aquí, jovencita - exclamé, pero ella no me prestó ni un poco de atención.
Ésto se está saliendo de control, ya no sé qué más hacer. Justo entonces, el timbre sonó y corrí a abrir la puerta, creo que nunca me había alegrado tanto una visita de Derek.
- Te ves terrible - dijo, notando mis ojeras y mi pijama desalineado.
- Lo sé, no pude dormir en toda la noche - dije, bostezando y estirándome.
Lo dejé pasar y Harley no tardó en bajar para saludarlo.
- Hola, conejito ¿Por qué tienes esa cara de enfado? - preguntó, tocando su naríz con ternura.
- ¿Por qué todos tienen que cuestionarme? Es mi cara normal, sólo déjenme en paz - gritó ella, volviendo a subir aún más enfadada.
Ambos nos quedamos en absoluto silencio.
- ¿Entiendes qué acaba de pasar? - preguntó él, señalando hacia arriba.
- Sí, se llama periodo menstrual, me está volviendo loca - expliqué, escuchando el portazo desde la habitación de mi hija.
- ¿Ahora debo llevarme a ese monstruo a casa? - preguntó con temor, sabiendo lo que le esperaba.
- Así es, te toca, campeón - dije, dando unas palmadas en su hombro, compadeciendome de él.
- Bien...pasaré a ver a Addison hasta que se le pase el enojo a mi linda hijita - dijo, suspirando y dejando que lo guiara hasta la terraza.
Una vez ahí, encontramos a mi novia dormida bajo el sol con nuestro bebé en brazos, es lo más bonito que haya visto. Se despertó apenas notó nuestra presencia, dedicándonos una linda sonrisa cansada.
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No Te Odio // Meddison // Grey's
Fiksi PenggemarOtra historia, pero ésta vez las cosas son más complejas.