Aislamiento Escolar

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Narra Harley

Mi primer día de clases no fue lo que yo esperaba, Jenny fingió no conocerme, me bloqueó de su celular y me hizo quedar como una idiota frente a sus nuevas amigas. Por otro lado, Paul fué blanco de burlas apenas pudo pisar la escuela. Cuando llegó, le sangró la nariz y ensució la camisa de un chico enorme que lo golpeó, haciendo que su naríz sangre mil veces más...sus papás tuvieron que retirarlo y ahora lo conocen como "hemorragia", lo peor de todo fue que Jenny se burló de él al igual que los demás idiotas populares, actúa como si fuera parte de ellos.

Tuve que entrar al salón de clases yo sola, las cosas sólo empeoraron para mí cuando al abrir mi mochila todos vieron a mi osito de peluche caer al suelo. Mamá debió meterlo ahí por accidente ¡El mundo me odia! Quiero desaparecer.

- ¿Traes a tu osito? Qué lindaaa, déjame verlo - dijo una chica rubia y muy arreglada, arrebatándome a Botones para jugar con él.

- Oye, ya déjalo - dije, intentando quitárselo.

- ¿Lo quieres, bebé? - dijo, con tono de burla.

Lanzó mi oso a uno de los chicos y empezaron a usarlo como balón mientras se reían de mí, fue humillante.

- ¡Roberts! Baja eso y siéntate - gritó la profesora, entrando al salón por sorpresa.

- Es culpa de la pelirroja, ella trajo ésta cosa a clases - se defendió él, lanzándome a Botones y acusándome.

- ¿Eso es verdad, señorita? - preguntó la profesora, dirigiéndose a mí.

- Sí, lo lamento, mi mamá debió ponerlo por accidente, no quise causar problemas - expliqué, guardando a mi peluche nuevamente.

- Que no se repita - advirtió, haciéndome sentir mal, detesto este día.

La clase fue muy incómoda, una de mis mejores amigas está dejándome sola, como si no me conociera, haciéndome sentir que no importo. A la hora del almuerzo, esperé poder sentarme con ella, pero se fué con las chicas populares, nadie quería estar conmigo.

- Disculpen ¿Puedo sentarme aquí? - pregunté a un grupo que se veía agradable, con una sonrisa simpática y mis mejores intenciones.

- ¿Te sentarás con tu peluche, bebita? - preguntó esa chica, haciendo que todos se rieran de mí otra vez.

No había lugar en el que no estuviera expuesta, tenía ganas de llorar, pero si lo hacía, las burlas serían mil veces peores.

Decidí sólo huír y encerrarme en el baño con mi bandeja de comida, no había otro lugar en el que pudiera refugiarme, estoy sola. Odio comer sola, sólo pude pensar en llamar a mamá, corriendo a sus brazos como cuando era niña.

Narra Addison

Estaba en mi oficina llenando algunas formas, cuando recibí una llamada muy inesperada.

- ¿Har? ¿Está todo bien, cariño? - pregunté, sin entender por qué llamaba.

- Sí...lamento haberme ido tan rápido hoy - dijo, con su voz algo temblorosa.

- Está bien, mi amor, lo entiendo, también fuí adolescente - dije, riendo para levantarle el ánimo - ¿De verdad estás bien? - insistí, preocupada por ella.

- Sí...sí lo estoy, sólo quería saludarte, te amo mami - por alguna razón, su vocecita triste hizo añicos mi corazón.

- Yo también te amo, mi cielo, si necesitas algo sólo dímelo ¿Sí? Cuídate mucho - dije, para no presionarla ni forzarla a hablar.

- Lo haré, mándale mis saludos a Mer - agregó, antes de colgar.

Me quedé algo pensativa y angustiada, justo en ese momento, mi esposa ingresó a la oficina, con un gesto de pena, como si hubiera hecho algo malo.

- Sé que estás molesta porque olvidé nuestro aniversario, y lo siento muchísimo, saldré con los chicos en otro momento, ésta noche será toda nuestra, te lo prometo - dijo, sujetando mis manos y pidiendo perdón.

- No estoy molesta, lo pensé bien y entendí que acabas de regresar de un viaje muy largo, lleno de emociones fuertes y casos abrumadores, yo también hubiera olvidado todo luego de algo así - dije, siendo mucho más comprensiva con ella.

- Te amo, aún así me siento mal, quiero compensar ese mal rato, princesa - dijo, sentándose en mis piernas y dándome muchos besos.

- No tienes que compensar nada, sólo quiero que me abraces fuerte y no me sueltes - dije, apoyándome en ella, usando sus brazos como refugio.

- ¿Qué ocurre, bonita? - preguntó, notando mi inquietud y dejando besitos sobre mi cabeza.

- Harley acaba de llamarme desde la escuela, parecía haber estado llorando, tengo miedo de que algo pueda haberle pasado - dije, con un mal presentimiento clavado en mi pecho.

- Los primeros días siempre son duros, hablaremos con ella cuando regresemos a casa, podemos pasar un día especial en familia ¿Te gustaría? - preguntó, sujetando mi mentón para mirarme fijamente.

- Me gustaría mucho, pero debes descansar antes de ir con tus amigos - dije, dándole un beso.

- No iré con ellos, tendremos una noche especial justas - aclaró, intentando compensar su descuido.

- Tenemos todo el día de mañana, mereces disfrutar de tu noche, estoy bien con eso - sonreí para convencerla de que yo estaría bien, quiero que tenga libertad.

- ¿Y si vienes conmigo? No quiero pasar ésta noche sin tí, ya pasé dos meses lejos tuyo - propuso, dándome más besos cariñosos.

- Me gusta esa idea - seguí besándola, cada vez más intensamente, gozando del sabor dulce de sus labios.

Extrañé el calor de su piel, su aroma, sus roces, sus suspiros...estoy loca por ella.

Narra Harley

La jornada escolar terminó, debía salir para esperar a mis mamás, pero antes de eso, me dispuse a enfrentar a Jenny.

- Jenn ¿Qué ocurre? Creí que éramos un equipo - dije, volteandola para mirarla a los ojos.

- ¿Disculpa? Ni siquiera te conozco ¿De qué rayos hablas? - dijo, riendo con el resto de sus amigas.

- Ya tienes un amigo, tu osito de felpa - agregó una de las chicas, dándome un empujón.

- Jamás me juntaría con una perdedora como tú -

- Podrías hacer una buena amistad con "hemorragia" ambos son fenómenos - dijo una de ellas, estallando en carcajadas.

Sentí un gran nudo en mi garganta, me sentí rechazada, sola y traicionada. Me fuí de allí lo más rápido posible, alcanzando el auto de mamá y entrando en él antes de empezar a llorar.

- Hola, mi amor ¿Estás bien? ¿Qué pasó? - preguntó, volteando hacia el asiento de atrás para acariciar mi rostro.

- Jenny me cambió por esas idiotas huecas, todos se burlaron de mí, mamá, soy un fenómeno - lloré, soltando todo mi malestar.

Meredith bajó del auto y se subió conmigo en la parte trasera para abrazarme con todas sus fuerzas.

- Lo siento mucho, cariño, ella no te merece, eres una chica brillante, hermosa y maravillosa - aseguró, sobando mi espalda.

- Hablaré con tus profesores para que estén atentos, podemos cambiarte de salón si quieres, haremos todo lo que necesites, mi vida - dijo mamá, sujetando mi mano para darme apoyo.

- Gracias, no quiero ni pensar en la escuela ahora ¿Podemos hacer otra cosa? - pregunté, limpiando mis lágrimas.

- Claro, podemos ir a pasear y tomar helado - propuso mami con una sonrisa tierna.

- Me gusta esa idea ¿Tú qué opinas, bebé? - le pregunté a Henry, quién aplaudió y festejó por el helado, es adorable.

- ¡Helado! - exclamó, muy felíz, haciéndonos sonreír.

Le dí algunos besos y Mer regresó a su lugar, asegurándose de que yo me sentía mejor. Nunca había sufrido el bullying con ésta intensidad, no estoy lista, pero al menos sé que tengo a mi familia para defenderme y apoyarme, soy muy afortunada.

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Harley conoció la traición 😔👊🏻

No Te Odio // Meddison // Grey's Donde viven las historias. Descúbrelo ahora