Noche en Fuga (+18)

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Narra Addison

Tomé a Meredith y la cargué hasta el auto, estaba siguiendo a mis impulsos, ella no dejaba de reír, robándome besos mientras yo me dejaba llevar por la emoción y el amor que desbordaba de mi pecho.

- ¿A dónde me llevas? - preguntó, una vez que la dejé en el auto con delicadeza.

- No tengo idea - respondí, subiendo para conducir nuevamente sin saber a dónde íbamos a parar.

- Hay unas cabañas frente a la playa, siempre quise ir ahí contigo - propuso, acariciando mi muslo.

- Amo tus ideas - le robé un besito y me puse en marcha.

Apreté el acelerador y llegamos al lugar mucho antes de lo esperado, ésto es una locura. Mer bajó del auto y corrió para reservar un cuarto, tuvimos suerte de conseguir una cabaña que quedaba justo sobre la playa, podías oler el mar, casi tocarlo, es algo precioso.

- Tenían Champagne ¿Quieres brindar? - dijo Mer, llegando por detrás de mí mientras yo observaba aquel hermoso paisaje nocturno.

- Claro que quiero - dije, acercándome a ella para besarla y recibir mi copa.

Llenó ambas copas y las levantamos, sin poder dejar de mirarnos a los ojos, hicimos un pequeño brindis, aprovechando aquel champagne que sabía realmente bien.

- Te amo ¿Lo sabías? - preguntó, pegando su naríz con la mía.

- Lo sé, tú eres el amor de mi vida - agregué, sintiendo su delicioso aliento sobre mí.

Mi princesa hermosa sujetó mi cintura y bailamos juntas bajo la luz de la luna, tarareando canciones que nos hacían sentir en paz, rodeadas de amor.

Narra Meredith

Luego de pasar un momento demasiado tierno en el porche de la cabaña, decidí hacer que esta noche fuera aún más aleatoria. Me quité toda la ropa y corrí a la playa, no había nadie más que nosotras en ese sector.

- ¡Hey! ¿Qué haces? ¿Y si alguien te vé? - exclamó Addie, quitándose sus zapatos y siguiéndome por la arena.

- Pues, tendrá una muy buena vista - bromeé, besándola y apretando su cintura.

- Estás loca - rió, acariciando mi espalda con esas delicadas uñas.

- Vamos a nadar - dije, haciendo que sus ojos por poco se salgan de sus órbitas.

- ¡¿Estás loca?! El agua debe estar helada, todo está oscuro, nos pueden ver...- la callé dándole un último beso antes de correr a la orilla.

Efectivamente...el agua estaba helada, pero no me importó, metí primero mis pies y luego me zambullí sin pensarlo dos veces. Casi no había olas, así que pude nadar un poco, haciéndole señales a Addie para que viniera a acompañarme.

- ¡Te odio! - gritó desde la orilla, quitándose su vestido y sus bonitas bragas para adentrarse al amplio mar.

Murmuró algunas cosas...seguramente maldiciéndome y luego tomó impulso para correr y meterse bajo el agua. La ví sumergirse como una sirena, mientras mis labios empezaban a temblar por el frío, no sé qué tan buena idea fué el meterme aquí.

Pasó un rato y no ví a mi esposa salir de debajo del agua, tiene que respirar...ésto está mal ¿Y si se ahoga?

- ¡Addie! ¡Amor! - grité desesperada, temiendo que algo malo le hubiera pasado.

De repente, algo jaló mis pies hacia abajo y por poco me da un maldito infarto.

- ¡Addison! - me quejé, intentando quitar el agua de mi naríz, ella sólo reía a carcajadas como si hubiera hecho la broma más graciosa del mundo.

No Te Odio // Meddison // Grey's Donde viven las historias. Descúbrelo ahora