Capítulo 20:Hayes Grier POV's.
Vale, necesitaba airearme antes de romper algo.
Me apoyé en marco de la ventana, corriendo los cristales para que entrara el lento viento. Estábamos a principios de otoño y Carolina del Norte parecía seguir sumida en verano. Bufé con pesadez al oír las risas a mis espaldas.
Daniel Fletcherd.
Llevaba solo cuatro días aquí y ya quería tirarlo por un balcón. No era muy conmovedor viéndolo remolonearse todo el rato. Y mucho menos quitarme protagonismo.
Sí, yo era de esos niños mimados que siempre están buscando la atención de los demás, y cuando no la tenía, salía mi yo más idiota.
Y eso con Skylar no funcionaba.
No estaba celoso ni nada por el estilo, pero cada chico que traía a nuestro grupo era como un grano en el culo, y de los grandes. Aunque debo aclarar que, Fletcherd no me daba tantas ganas de matarle como Adams. Malditos niñatos.-Me voy con Cameron.-Fue lo último que dije antes de azotar la puerta.
Y encima estaban en mi cuarto ¡En mi cama! Pero Sr. y Sra. Mendes no hacían ni lo más mínimo para quitarme este tormento de mi zona y espacio vital, digamos que ya hasta me molesta que lo único que hagan en todo el día sea estar pegados como lapas. No los soporto. No soporto nada. Ni a mí.
Últimamente no tengo ni idea de porque ando de tan mala leche, me enfado por todo, como cuando era pequeño. Me quiero dar de bruces en el suelo solo de pensarlo.
Venga Hayes, anímate, vas arrasar en los partidos de esta noche, y todas las chicas te van amar por ser el mejor quarterback de todo Thompson. Auto-alimentar mi ego me relajaba.
Sin darme tiempo a pensar, ya me encontraba en el jardín trasero de DA. En una esquina estaba todo la equitación para los partidos de hoy, que si no lo había mencionado antes, iban a ser de fútbol.
¿Y lo mejor de todo? Que ese era mi fuerte.
Cameron les daba los últimos entrenamientos a un par de chicos. Llevábamos desde el lunes sin parar de entrenar, ya que serían partidos mixtos de 20 minutos, los cuales empezarían desde las seis y a acabarían vete tú a saber cuando. Sonará increíblemente cliché, pero nunca se me han dado las matemáticas.
Si Camille y Skylar estuvieran aquí me darían el premio al chico cliché del año. Deportista, guapo, popular, mente de lechuga. Creo que me pegaré luego por tener la vida de un cliché romántico adolescente ¿Que sería lo siguiente? ¿Enamorarme de la nerd invisible que por arte de magia se convierte en la reina del baile? No quiero ser cruel, pero eso, en la vida real, no pasa. Pero si dijera esto en voz alta un 80% de la población femenina me pegaría, otro 15% estaría de acuerdo, y el resto no tendría idea de lo que hablo. Las mujeres son complicadas.-¡Grier!-Gritaron a mi derecha.-¡Mueve tu trasero hasta aquí!
Andrea me gritaba como loca con otro grupo mixto tras ella. Daba incluso más miedo que Mille. Marché hasta ella e hice un saludo militar. Ella rodó los ojos y me señaló la colchoneta de entrenamiento.
-¿Otra vez?-Pregunté mientras las facciones de la cara se me derretían del fastidio.
Ella asintió seria. No me quedó otra que hacerle caso. Di un par de pasos atrás y le hice un placaje no muy fuerte. Dos metros. Eso fue lo que se desplazó la pesada colchoneta.
-¿Veis?-Preguntó retóricamente.-No es tan complicado ¡Tenemos partido hoy! Si no conseguís mover eso lo mismo que ha echo Grier sin problemas...-No continuó ya que Cameron le puso una mano en el hombro.
-Creo que ya lo han captado, Russet.-Le dedicó una sonrisa y le palmeó la espalda en un empujón.-¡Ánimo chicos!
Seguí a Cameron mientras socorría a los demás. Sinceramente le admiraba. Llegaba a mantener todo en su lugar sin perder la paciencia y con una gran sonrisa siempre como respuesta. Me miró extrañado a ver como reía.

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FanfictionGabriella estaba de vuelta en su país, pero no precisamente en su estado natal ni en su casa. Ahora vivía en un internado en las entrañas de un bosque en Carolina del Norte. Su vida allí nunca se torna monótona, ya que desde un principio convive con...