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Sountrak de Insurgente here 😻.

Capítulo 15: Sombras.

-Tíos, es una volada de cabeza que vengamos aquí.-Exclama Carter girando sobre sí mismo para poder contemplarlo todo.-Y...

-¿Como descubrimos esto?-Me adelanté a preguntar antes de que continuara. Él asiente.-No lo voy a repetir más: Curiosidad.

Carter intentó replicar algo, pero simplemente me alejé de él. Caminando hasta Hayes un alivio me recorría al darme cuenta que la mirada amenazante que siempre sentía no había aparecido por el momento. Sus brazos se movían con intención de abrir una puerta bloqueada del vestíbulo. Se giró y me contempló por unos segundos, inclinándose para coger su -ya se había vuelto algo típico para él- barra metálica.

-¿Crees que haré mucho estropicio si intento romperla?-Señaló la madera con sus pequeñas ventanitas de cristal.

-Prueba a ver.

Hayes se posicionó delante de la puerta y agarró la barra como si se tratara de un bate de béisbol. Con un golpe duro y seco la cerradura ya había caído al suelo, ahora solo faltaba derribarla. El chico se alejó un par de pasos para luego impactar con un flacaje que hizo estremecer la madera. Me agarré a un escritorio cuando el suelo que pisábamos vibró. Hayes se alejó completamente ileso y se colocó a mi lado. Le miré de arriba abajo; su respiración era tranquila, no había sudor en su rostro ni ningún signo de que se hubiera echo daño.
¿Que mierda?
Cualquier persona que se precie se habría echo daño con un golpe así de bruto.
Alargué mi mano para envolverla en el brazo que había utilizado para el flacaje y lo palpé con las yemas de mis dedos. Estaba jodidamente bien.
Cuando Hayes y yo hicimos contacto visual abrí mucho los ojos.

-¿Como coño no te has echo daño?

Yo tan brusca como siempre.

-Se llama músculo.-Levantó el brazo consiguiendo que este se marcara notoriamente.

Rodé los ojos ante su comentario y le pasé la mano por la cara a modo de empujón. Él rió como idiota. Espera... Es que lo es.

-Cash.-Grito Hayes haciendo alusión al "shipname" que tenían Cameron y Nash.

Los dos chicos lo miraron algo fastidiosos y él señaló la robusta puerta de madera. Ellos se acercaron y entre los tres derribaron la puerta de un golpe, acabando completamente ilesos.
¿¡Es que a estos hombres los hacían de plomo o que?!
Una fuerte humareda de polvo inundó el vestíbulo acompañado de nuestros tosidos. Enterré mi cabeza en la enorme chaqueta de Hayes, aunque eso no sirvió para que mi nariz no se congestionara. Cuando creí que toda la nube de polvo se había desvanecido saqué mi cabeza, encontrándome con un Nash negando mientras salía de aquella habitación.

-Es una sala de vigilancia, pero dudo que podamos ver alguna mierda sin electricidad.-Tosió después de soltar aquello.

Rodé los ojos en un bufido y me giré para ver a Carter aún pasmado por todo lo que estaba sucediendo.

-Reynolds.-Grité causando que diera un brinco en su lugar.-Ven aquí.

Carter corrió cauteloso pero se detuvo algunos pasos antes de llegar a nuestra posición. Su mirada se posaba en algún punto a mis espaldas, hasta que su dedo se levantó junto a un sonrisa.

-¿Y ese perro?

Cameron acariciaba a Jaxx mientras que los Grier inspeccionaban unos escritorios cercanos.

-Se llama Jaxx, y es nuestra mascota.-Sonreí.

-Deberíamos empezar a mirar los pasillos.

Cameron se levantó del suelo y apuntó con la linterna el más cercano, por el que siempre venía Jaxx. El resto de los chicos se acercaron e hicimos un pequeño circulo de miradas.

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