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Capítulo 28: Todos queremos ser cupido.

-Oye Danny, ¿quieres ir luego a jugar a las cartas?-Comenté mientras caminábamos por el pasillo.

Observé a través de mis retinas como se rascaba la nuca. Miró a otro lado, para centralizar su vista en mí y sonreír apenado.

-Lo siento, tengo que ir hablar con el profesor de biología.

Hizo un ademán con su mano como despedida y desapareció entre los pasillos.
Genial, otro que me ignoraba.
Todos estaban bastante raros desde la otra noche. Ya era martes, y noviembre estaba dándose a finalizar ¿Tan rápido había pasado el tiempo? En unos días era el aniversario de un año de Rachel y Shawn. Obviamente quería saber con pelos y señales lo que iba a pasar. Por otro lado, Claire aparecía en pocas ocasiones, y no negaría que prefería eso. Sí, era mi amiga, pero mi egoísmo y mis celos eran mayores que el sentido de la amistad hacia ella. Hayes también me evitaba, aunque yo hacía lo mismo con él. Trevor decía que estaba ocupado. Camille y el resto de los chicos andaban prácticamente perdidos, cuando único estábamos todos era en las comidas.
Así que aburrida, decidí volver a mi habitación. Al entrar me tiré en mi cama, sin saludar ni nada. Después de unos minutos en un sepulcral silencio levanté mi cabeza de la almohada para inspeccionar el cuarto. Encontré a Rachel recostada boca arriba en su cama, con la vista perdida en el techo.

-¿Qué te pasa Mami Rache?-Pregunté en un tono aniñado, deslizándome por el suelo hasta donde ella estaba, ya que era muy vaga como para levantarme.

Me miró por unos segundos y cerró los ojos, negando con un sonido aturdido.

-Solo estaba pensando...-Musitó en un tono muy bajo. La miré en silencio por bastante tiempo. Luego hice algo poco habitual y la abracé como un koala, consiguiendo sacar una sonrisa de sus labios.-¿Qué haces tonta?

-No creo que no te pase nada, eres mi mejor amiga ¡Te conozco mejor que nadie!-La acusé suavemente.-¿En qué estabas pensando? Ya sabes que puedes confi...

Me dio un pequeño golpe en la frente para que me callara. Me quejé llevándome una mano a la cara y soltando un "auh".

-No es eso, solo estaba recordando todo lo que pasamos Shawn y yo.

-Todavía no me has contado la historia entera.

-Supongo que tenemos tiempo.-Apuntó a la ventana, la cual estaba llena de gotas de lluvia que había empezado minutos atrás.

-Espera que me preparo.

Entonces entre las dos hicimos un fuerte de almohadas y mantas, para mantenernos calentitas, en pijama y mientras nos pintábamos las uñas con música de fondo. Tarde de chicas.
Rache lo contó todo. Desde como se conocieron hasta como llegaron a estar juntos y por último su viaje aquí.

-Como sabes, repetí el año por el maldito profesor de matemáticas.-Rodó los ojos mientras relataba.-Así que ni tía me quiso poner en una buena escuela. Entonces tu abuela me dijo que te mudarías este curso a Carolina del Norte y mi tía me propuso ir contigo.

-¿Y Shawn?

-Cuando le conté que me iba a ir, no le hizo ninguna gracia, así que presentó su expediente para poder entrar.

-¿Y cómo conseguimos estar en la misma habitación?-Señalé nuestro alrededor.

-Mi papá y sus contactos.

Asentí y seguimos hablando hasta que ya prácticamente había anochecido.
La gente no tiene ni idea de lo duro que es separarte por todo un océano de tu mejor amiga, la que está desde que respiraste por primera vez, tu hermana, tu confidente. Tu otra mitad. El tiempo nunca sobra cuando estoy con Rachel. Siempre hay algo de lo que hablar, algo que contar, de lo que reír o llorar. Me va ha doler mucho más tener que despedirme de ella otra vez. Cada año es aún peor, así que intento exprimir cada minuto del tiempo que tenemos juntas.
Tocaron la puerta al otro lado como dos veces. No se oía muy bien ya que la lluvia no había cesado en toda la tarde, y parecía caer más fuerte cada vez más. Rachel dijo un "Pase" y la puerta se abrió, revelando a Shawn y Hayes.
Que oportunos -nótese el sarcasmo-.