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Capítulo 27: Besos, besos y más besos.

Hayes me ha besado. Otra vez. Y aunque a sido increíblemente corto, me ha llevado al cielo, por tercera vez.
Vale, debía disimular. Yo misma dije que los picos no generaban sentimientos. Excepto si la persona que te lo daba ya generaba sentimientos en ti.
No era tan tonta como para no saber que los chicos intentaban juntarnos a mí y a Hayes. Eran unos idiotas, pero les agradecía que ayudarán a pesar de todo.
Por otro lado; Claire no me daba buena espina. Parecía que desde que había llegado puso sus ojos sobre Hayes. Que digo ¡claro que estaba puesta para él! Le coqueteaba todo el rato. Aunque lo que más me molestaba era que a Hayes no le importará. Pero más aún que no pudiera reclamarle nada.

—Trevor.—Pronunció el ojiazul a mi lado.—¿Verdad o atrevimiento?

Trevor sonrió retándolo de la misma manera.—Atrevimiento.

Entre él y Hayes saltaron las chispas cuando cruzaron miradas. Siempre tendría a Trevor a mi disposición para molestar a Hayes. Y a Danny.

—Déjame darte un puñetazo.—Ordenó cínico.

Trevor frunció el ceño al oír eso mientras Hayes se ponía de pie. También se levantó y puso las manos en la espalda para recibir el golpe. Solo me quedé mirando, las reclamaciones de los chicos no servían de nada. Igualmente pude ver la perfecta sonrisa de Hayes cuando impactó los nudillos en la mandíbula de Trevor. Este dio un par de pasos atrás, sobándose la mandíbula entre quejidos y con el rostro resentido. Los dos se volvieron a sentar y el silencio se hizo presente. Miré mal a Hayes, pero él se encogió solo de hombros. Era un enorme idiota.

—Prosigamos.—Masculló Trevor con notable enfado.—Rachel, ¿verdad o atrevimiento?

—Verdad.

—¿Has engañado a Shawn?

El aire se puso tenso y todos miramos a mi mejor amiga. Ella solo frunció el ceño y negó con la cabeza. Shawn a su lado apretó su mano, supongo que con miedo.

—¿Eres idiota? Shawn es lo mejor que me a pasado en la vida, después de aquella tonta.—Me señaló con una sonrisa radiante.

Seguido Shawn le susurró algo al oído y le beso la cara repetidas veces. Uh, el amor ¿Cómo sería tener una relación como la de estos tórtolos? Un poco asfixiante a mi parecer.
Siempre me ha costado sacar mis sentimientos a relucir. Así que cuando quiero llamar la atención de la gente que me importa, básicamente les pego o los molesto. Lo sé, sigo siendo una niña inmadura, pero no tengo forma. Nunca he dicho un "te amo" y no creo hacerlo hasta que esté segura de que realmente siento algo así. Los "te quiero" y "te extraño" son cosas que no se las digo a cualquiera. Espérate un "te tengo aprecio" de mí, no soy de las que se explayan en estas cosas. Soy patética en el amor, supongo que nunca llegaré a enamorarme, como nadie llegará a enamorarse de mí. Total, yo tampoco me enamoraría de alguien como yo. Me cuestiono duramente porque tengo gente que se preocupa tanto por mí cuando soy un asco de persona. Soy mi propio peor enemigo; no me merezco el cariño que recibo.
Alguien chasqueó los dedos en mi rostro, distrayéndome de mis reflexivos pensamientos. Miré a Danny a mi otro lado, diciéndome algo a lo que no presté atención.

—¿Qué?—Pregunté algo aturdida.

—Rachel me a retado a que te de un beso.—Murmuró lentamente.

Conocía a Daniel desde que nació, 10 meses y 29 días después que yo. Nos criamos juntos, éramos uña y carne. Nuestros padres desde que éramos bebes nos emparejaron. Hasta su madre me llamaba suegra de vez en cuando. Y no negaría que Danny me gustó durante toda mi vida, y todavía lo hacía. Pero estaba Hayes, que dejaba mis sentimientos hacia mi amigo de la infancia en un plano muy alejado.
Centré mi vista en Rachel. Ella sabía perfectamente que siempre me gustó Danny, y que todavía tenía un pequeño trozo de mi corazón. Pero sabía lo que era Hayes para mí en estos momentos ¿Entonces? ¿A qué viene todo esto?