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Capitulo 37: Copos de nieve.

Cada vez que caminaba el cabello que me llegaba por la cintura se movía. La punta de mi dedo índice derecho acariciaba la pared con mucha paciencia. La sonrisa en mi cara no se borraba, pero permanecía de una forma casual. Por primera vez en mi vida la gente me miraba, y no precisamente como a un bicho raro.

—Todos te miran, Skylar.— Apuntó Rachel, con un diminuto deje de emoción en su tono.

Yo solo seguí sonriendo como una triunfadora. A mi lado izquierdo, un chico que segundos antes tenía la mandíbula por el suelo se acercaba con la típica expresión que ponen los chicos cuando encuentran una nueva presa. Camille apareció como un fantasma y se posicionó al otro lado de Rachel, levantó su brazo justo cuando el chico se iba a cruzar con nosotras.

—Ella es propiedad de un Grier, Brandon.—Le replicó Camille, entonces añadió:—Y no seas pedófilo, la chica cumple quince mañana.

Mi risa se escucho entre nosotras y mas personas se giraron ha verme. Desde que salí de mi cuarto junto a Rachel unas cuantas chicas me habían mirado con odio, otras solo pasaban ya que no era de su interés. Por no decir que las amiguitas de Claire y la susodicha parecían querer darme una paliza. Hasta ví a Claire romper una pancarta que estaba colocando sobre el evento de  pasado mañana.

Y no, el evento no era por mi cumpleaños -ya me gustaría a mí que lo fuera-, sino de otra de las pruebas de las fraternidades. La próxima semana seria la primera clasificación.

Los chicos por su lado, algunos no me prestaban atención -yo tampoco era una diosa como para que lo hicieran-, pero el resto -algo así como el 60%, cosa que me sorprendió- se me había quedado cuchicheando y mirándome de arriba a abajo.

Quizás sonase como una puta si dijera que aquello no me incomodaba, pero era la verdad. Yo era una especie de bicho egocéntrico con la autoestima algo por abajo de la media. Haber esperado la atención toda tu vida, y que de momento la recibieras de esta manera, era algo increíble para mí.

—Deja de llamar la atención, parece que tuvieras un cartel que dijera "Mírame, soy hermosa" en la cabeza con luces rosas.—Se quejó mi mejor amiga de broma.

—La diferencia de eso, es que yo no soy hermosa.—Contesté como si fuera obvio.

—Por cierto.—Habló Camille de pronto, mientras Rachel rodaba los ojos por mi comentario. Las dos la miramos para que prosiguiera. En su caso, levantó un dedo y me señalo.—¿Que te ha pasado en el pelo y...la cara en general? ¿Eso en tus ojos es mascara de pestañas?—Inconscientemente parpadeé y mis pestañas rizadas y espesas gracias al rímel se hicieron notar aún más. Creo que eso le confirmó a Camille que llevaba algo de maquillaje en los ojos. Se acercó a mi rostro y me inspecionó minuciosamente, luego hizo lo mismo con mi cabello.—Señorita, ¿está intentando impresionar a alguien?

—¡Mille!—Le regañó Rache.—Skylar cumple quince años mañana, se va hacer una mujer por si no te acuerdas.

Camille pareció caer en algo y abrir la boca.

—Ah, cierto, la tradición esa que hacen los latinos.

—Exacto.—Rodé los ojos divertida.—No intento impresionar a nadie, solo a mí.

Mille me observó durante segundos y luego me abrazó dramáticamente, zarandeándome de un lado a otro y consiguiendo que riera.

—¡Mi pequeña se hace mayor!—Exclamó y la gente la miró como loca. Mis dientes salieron a relucir en una sonrisa sincera y la ojiazul ahogó un gritito de emoción.—Mon Dieu! Ton sourire!*