Regreso al pasado: el ascenso de la falsa heredera (3)

Capítulo 481: Desolado

Tras una sencilla ceremonia de inauguración, la tienda gourmet de la hermana Hua abrió oficialmente sus puertas. En una ocasión tan importante, Gu Zi naturalmente hizo notar su presencia.

A diferencia de sus habituales apariciones discretas durante los eventos promocionales, Gu Zi decidió hacer una declaración audaz ese día. Estaba vestida con un llamativo traje rojo, con el cabello cuidadosamente atado, los labios pintados de un rojo vibrante y una sonrisa radiante. Su comportamiento era seguro y sereno.

Sus impresionantes rasgos, su vestimenta meticulosa, su figura elegante y su aura excepcional eran suficientes para hacerla destacar entre la multitud. Sin embargo, poseía todos estos atributos en abundancia.

La tienda estaba rodeada de una multitud de personas, atraídas no solo por el tentador aroma de la comida, sino también por el encanto de la propia Gu Zi. Su imagen era similar a la de una estrella de cine, un espectáculo digno de contemplar. Era un testimonio del hecho de que realmente existían individuos tan llamativos en el mundo.

La belleza de Gu Zi no sólo cautivó a quienes no la conocían, sino que también dejó asombrados a los habitantes de Daqing, que la habían visto muchas veces antes.

Éste era quizás el encanto único de una gran belleza: por mucho tiempo que uno la mirara, nunca se cansaría. Cada encuentro con ella despertaba sentimientos de admiración por su belleza.

La tía Zhang, acompañada de su nieto Shi Tou, llegó justo a tiempo para ver a Gu Zi. “Me alegro de que no hayamos llegado tarde. Gu Zi, hoy te ves excepcionalmente hermosa. Vine aquí rápidamente después de terminar mi trabajo en el campo. ¿Puedo tomar un tazón de sopa de pimienta, por favor?”

Había planeado visitar la tienda gourmet de la hermana Hua para contribuir con la multitud. Aunque no era un gasto significativo, era su forma de mostrar su apoyo.

Al ver a la tía Zhang, Gu Zi se alegró mucho y la invitó a pasar. “Puedes hacer tu pedido en el mostrador de adentro. Mi cuñada y las demás están allí”.

La tienda era de tamaño moderado y, con un vistazo rápido, se podía apreciar su distribución. La mitad de la planta baja estaba dividida en dos partes, lo que dejaba espacio suficiente para seis mesas con cuatro comensales cada una. En la planta superior había espacio para cuatro mesas más y dos pequeños salones privados.

La decoración era sencilla, enfatizando el minimalismo. La textura de las paredes era áspera y sin pulir, creando una sensación de autenticidad cruda. Las mesas y sillas estaban hechas a medida con madera cruda por una fábrica de muebles, carecían de diseño pero eran prácticas.

En esencia, la tienda sólo contenía lo esencial, sin decoraciones excesivas.

Al entrar, la tía Zhang se dio cuenta de que ya había dos mesas ocupadas en el restaurante, aunque ninguna estaba llena. En una de ellas, un hombre estaba cenando con sus dos hijos. El trío había pedido un cuenco de sopa picante Hu y tres panqueques de cebolleta, algo que no resultaba particularmente inusual.

La otra mesa estaba ocupada por un joven y una joven, con dos cuencos de sopa picante y una ración de carne estofada delante de ellos. Las mesas restantes estaban vacías, una atmósfera un tanto desoladora para un establecimiento nuevo.

Apenas había tomado asiento cuando Li Hua le trajo la sopa picante característica del local que había pedido. La tía Zhang estaba un poco preocupada. Después de todo, había oído algunas conversaciones afuera; había mucha gente esperando ver el fracaso del restaurante.

Ella le preguntó a Li Hua: “Has preparado tanta carne y todos estos artículos para el desayuno, ¿están todos a la venta esta mañana?”

Había un gran panel de vidrio en el centro de la pared que separaba la cocina del comedor. A través de él, los clientes podían ver lo que sucedía en la cocina. Tres grandes platos de carne estofada, junto con otros alimentos, parecía un poco demasiado optimista para un grupo de personas que desayunaban, ¿no?

Li Hua, radiante y alegre en este día auspicioso, sonrió a la tía Zhang y dijo: “Tía, uno de los principios de servicio de nuestro restaurante es garantizar la frescura e higiene de nuestros ingredientes. La comida preparada para el día se vende el mismo día. Por supuesto, se trata de la cantidad de hoy. Gu Zi dijo que definitivamente se agotarían hoy”.

Li Hua estaba muy al tanto de la situación que se vivía afuera. La mayoría de la multitud había venido a mirar en lugar de a frecuentar el negocio.

En cuanto a los habitantes del pueblo, según el análisis de Gu Zi, probablemente observarían la tienda durante unos días. A muchos de ellos no les gustaba ver a forasteros haciendo negocios y ganando dinero en su pueblo, y habían conspirado para evitar deliberadamente cenar en el restaurante, incluso si era necesario.

Antes, cuando se estaban encendiendo petardos en el exterior, un niño pasó por allí, atraído por el tentador aroma de la comida. El padre del niño lo regañó y lo arrastró lejos. No era que no pudieran permitirse una comida, sino que simplemente no estaban dispuestos a frecuentar el restaurante.

En el pasado, tales circunstancias habrían provocado pánico en Li Hua, haciéndole sentir que todos sus esfuerzos habían sido en vano, lo que la habría llevado a una sensación de desesperación.

Pero después de haber aprendido de Gu Zi durante tanto tiempo, ahora se sentía llena de confianza, creyendo que mientras no hubiera llegado la última hora del día, todo era posible.

Justo cuando la tía Zhang estaba a punto de decir algo, dos clientes más entraron al restaurante. Al reconocerlos, inmediatamente les hizo un gesto para que se acercaran: “Li Zhu, madre de Li Zhu, tú también estás aquí. Hay dos asientos aquí, ven a visitarnos”.