CAPÍTULO 42

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El Purgatorio es el segundo de las tres partes de la Divina Comedia, y una creencia popular religiosa. En los cantos de Dante Alighieri lo antecede el Infierno y lo sucede el Paraíso.

Este Purgatorio se divide en Antepurgatorio, Purgatorio, y Paraíso Terrestre. Su estructura es peculiar a la del Infierno, pues si aquel es un precipicio, este es una montaña.

Al pie de la montaña se encuentra el Antepurgatorio, y en la cima el Paraíso Terrestre. Aquí, el orden de las penas va del pecado más grave al más leve.

En el Antepurgatorio, existen dos clases de almas: los excomulgados y los arrepentidos de forma tardía. Dichas almas son aceptadas gracias a su genuino arrepentimiento, pero tienen que esperar ahí el mismo tiempo que permanecieron en la Tierra.

El Purgatorio fue elaborado a partir de la teología cristiana y está dividido en siete terrazas, las cuales, purgan un pecado en particular de manera adecuada.

La primera grada exime el orgullo; la segunda, la envidia; la tercera, la ira; la cuarta, la pereza: la quinta, la avaricia; la sexta, la gula; y la séptima, la lujuria. Las almas del Purgatorio ya están salvadas, pero para expiar sus pecados, deben subir la montaña y así hacer penitencia.

Cuando se cruza a través de todas esas pendientes, como se relata en La Divina Comedia lo hizo Dante, guiado por Virgilio, se llega a la cima del Monte del Purgatorio donde se encuentra el Paraíso Terrenal o el Jardín de Edén. Un lugar que hace alegoría a la inocencia que existía antes de que Adán y Eva perdieran la gracia de Dios.

En la entrada del Paraíso Terrestre, Virgilio debe separarse del poeta Dante, ya que murió y vivió antes de la llegada de Jesús. Hasta ahí finalizó su trabajo, dejando al poeta muy cerca de su amada. Aquí, Dante conoce a una mujer que lo prepara para su encuentro con Beatriz, la mujer a la que Dante Alighieri dedicó sus poesías, la que ordenó fuese Virgilio quien guiara a Dante y la que simboliza el camino de Dios. Dante pasa por el rio Lethe, que le borra la memoria de sus anteriores pecados, y, finalmente, bebe del rio Eunoë, recupera la memoria y se prepara para su acenso al Paraíso.

Como Dante Alighieri, muchos seres humanos cruzan el infierno y el purgatorio para llegar a la paz eterna: arrepentidos y conscientes de sus fallas. Faltas que ya no podrán cometer. Ya no existe manera de corromperse después de encontrar esa luz tan deseada, ¿cierto?

Bueno, por el contario de Dante, aunque Franco encontró a Isis como alegoría fraternal de Beatriz, no halló luz ni paz. Caía estrepitosamente hasta el abismo, donde Lucifer lo esperaba para no dejarlo salir de ese lugar jamás. No lo hubiese deseado, pero todos esos videos lo empujaron desde la cima, y, antes de cometer la falta, ya la estaba saboreando. Así jamás cabría arrepentimiento.

Todo el camino de regreso a la ciudad de Florencia, Franco lo viajó planeando cada uno de los próximos actos que lo condenarían eternamente. Ya no existía esperanza para su alma, pues la oscuridad lo había abducido por completo. Inclusive, sabía de antemano, que ni su amada hermana podría salvarlo, aunque la buscó con el objetivo de que lo redimiera y, por un corto periodo de tiempo, creyó que aún tenía salvación. Ya no quería salvarse, anhelaba más que nunca vengarse.

El elevador en ascenso hacía el ático también lo recorrió sumergido en sus pensamientos protervos. Malamente, se sentía satisfecho dentro de esa tormenta de ideas que alimentaba esa penumbra exigiendo consumir cada rastro de luz en su interior.

Sin embargo, también estaba aterrado. Debía mantener alejada la oscuridad cuando estuviera cerca de su hermana. No sabía si podría lograrlo, pero se aferraría a Isis como a una vela en un pasillo sin iluminación para no romperla más de lo que ya lo habían hecho. Iba a tener que trabajar muy duro con el fin de mantener oculto el monstruo en el que había transmutado. Y es que, ya no solo se sentía como un demonio torturado. Ejecutaría las mismas acciones de condena que Lucifer empleaba en sus procesados, y lo haría si compasión.

EL DEMONIO DE FLORENCIA "ℰ𝓁 𝒽ℴ𝓂𝒷𝓇ℯ 𝒹ℯ𝓉𝓇𝒶́𝓈 𝒹ℯ 𝓁𝒶 𝓂𝒶𝒻𝒾𝒶"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora