UN IMPERIO Y UN DEMONIO PARA LA LUNA
Aproximadamente ocho meses después.
"Liandro:
Mi querido hijo, seré breve porque mis momentos de lucidez cada vez son menos y necesito ayudarte con la mitad de la carga que dejé sobre tus hombros.
Perdóname por haber permitido que tu hermano creyera que fuiste tú, y no Dante, quien intentó estafarme y asesinó a tu madre.
Sí. Lo vi todo, hijo. Vi a Dante Casiraghi eliminar a mi hermosa esposa para silenciarla cuando lo descubrió intentando coaccionarme para dejarle la parte de tu herencia. Vi el momento preciso en el que tú llegaste y atestiguaste la muerte de tu amada madre. Me enorgulleciste cuando defendiste a nuestra familia de las garras de ese traidor. Y, también, distinguí a Benedetto llegar cuando lograste arrebatarle a Dante el arma homicida. Desafortunadamente, eso te dejó como el culpable frente a la borrosa y manipulable mente de tu hermano.
Deseo de todo corazón que perdones mi silencio y espero que entiendas mis razones.
Me pareció más fácil manejar a tu hermano con perdonarte la vida, aunque yo estuviese muerto, que librar una batalla entre los Casiraghi y los Di Santis si revelaba la verdad. Los Casiraghi siempre han sido más poderosos que nosotros, y no quería llevar a mis hijos hacia la muerte. Dante es más peligroso de lo que alguna vez su padre y yo creímos. Lamento dejarte en esta situación y suplico me perdones.
Sé paciente y más inteligente si tu ambición es cobrar venganza. Si hay algo que los Casiraghi valoran más que a su imperio, es a su familia. Tómalo como un consejo y mantén al margen a tu hermano. Nos guste o no, mi querido Benedetto siempre se sintió más un Casiraghi que un Di Santis. Y, lo creas o no, Dante realmente lo quería, pero no uses a tu hermano para vengarte; es mi hijo y será tu hermano hasta el final.
Con amor, Giuseppe Di Santis."
Franco terminó de leer por quinta ocasión aquella carta que encontró en un folder dentro de uno de los cajones de su oficina en el ático. Creía que con cada vez que la leía, iba a ser capaz de encontrar algún sentimiento de culpabilidad o remordimiento.
En su búsqueda, miró hacía la silla frente a él, imaginando a Giulio allí sentado, diciéndole que seguramente todo era una gran mentira de Liandro y pidiéndole que dejara el pasado atrás.
No era una mentira, honestamente. Franco no era tan ingenuo como para creer que fue un invento de Liandro. No tendría lógica el haberlo mantenido oculto por tanto tiempo, si con ella pudo haber ganado el favor de Benedetto. El único motivo que Franco le vio a ese secreto, fue el de la venganza por propia mano. Si no, ¿para que soportar tantos años con la verdad en clandestinidad? Muy remotamente pudo haber guardado ese enorme secreto por temor a que Benedetto no le creyera, pero la posibilidad era mínima. La letra, la firma... Todo tenía la huella de Giuseppe Di Santis.
Era una coincidencia cuestionable que, justo en un día tan importante, Franco se reencontrara con ese trozo de papel. Tras el suicidio de Liandro, la muerte de Giulio, la traición de Vittoria y los meses en que Isis y él intentaron adaptarse al dolor por la ausencia de un gran ser humano, se había olvidado de los papeles extras que encontró junto con la máscara y las escrituras de la casa en Rufina. Únicamente volvió a verlos porque concluyó, empleando toda su fuerza de voluntad, cambiar todas las propiedades que había destinado para Giulio a nombre de Isis. Fue una decisión de lo más difícil, ya que con ella aceptaba de una vez por todas que Giulio ya no formaba parte de su vida.
Después de casi ocho meses viviendo en el hotel "Isis", a la espera de que la Villa Casiraghi terminara de ser reconstruida, Franco e Isis habían optado por volver a su antiguo hogar. Pese a que el hotel era prospero, no les daba las comodidades que necesitaban, y ambos sintieron que olvidarían a Giulio si se mantenían apartados del lugar que más les recordaba a él. La vida sin Giulio Marchetti era fría y austera, y requerían sentirlo cerca de algún modo para poder calentar un poco sus corazones.
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EL DEMONIO DE FLORENCIA "ℰ𝓁 𝒽ℴ𝓂𝒷𝓇ℯ 𝒹ℯ𝓉𝓇𝒶́𝓈 𝒹ℯ 𝓁𝒶 𝓂𝒶𝒻𝒾𝒶"
AksiyonDe niño soñaba con llevar una brillante y blanca armadura. La vida lo obligó a portar la más letal y oscura. ******* Jean Franco es un hombre naturalmente soberbio. Utiliza su prodigiosa mente, su encanto nat...