3 -RAPTO VIP

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La élite de Paragon Capital, buscó personal cualificado por su talento, habilidad o potencial, para construir una nave que les permita huir de una tierra devastada por el hielo, hasta el exoplaneta más próximo. Al principio, las personas elegidas aceptaban la oferta porque era la oportunidad de sobrevivir a La Pequeña Edad de Hielo en una de las Ciudades Burbuja. Pero a medida que la Calma Climática fue extendiéndose por el mundo, los candidatos preferían quedarse en su tierra y la élite tuvo que reclutarlas a la fuerza. A eso se le llamó: 'Rapto Legal'. Mas tarde, las grandes corporaciones copiaron la idea y lo llamaron: Rapto Vip.

Razones para una rebelión, por BIRD.

Una hora más tarde, Lion viajaba en un avión de la WCS hacia Ciudad Capital

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Una hora más tarde, Lion viajaba en un avión de la WCS hacia Ciudad Capital. 'El rapto Vip' era gentileza de Valerie Mirren.

Cuando era agente, Lion había hecho el mismo trabajo para algunas poderosas corporaciones. Y en su experiencia, nadie se lo tomaba bien, ni siquiera cuando se tuvo que hacer por necesidad y se llamó: «Rapto Legal» porque durante La Pequeña Edad de Hielo se convocaron a todos los que fueran diestros en cualquier especialidad. Y los que no se presentaron voluntariamente, fueron perseguidos y reclutados a la fuerza. Pero cuando se asentó la Calma Climática, las multinacionales imitaron el procedimiento para cazar talentos.

A eso se le llamó: «Rapto Vip». En otros tiempos sería un ultraje a la libertad de los ciudadanos, pero en 2084, todavía buena parte del mundo empezaba de cero y la ley la pactaban las empresas con el gobierno. Pero no todo era negativo, el ciudadano conseguía el estatus vip, y le protegían leyes corporativas especiales. Muchos habían mejorado su vida, pero en el caso de Lion, el rapto no se debía a su talento, sino a otro motivo más raro: Eduard Castle lo había nombrado heredero.

Lion no podía negarse a ir con ellos, y en realidad se alegró de poder alejarse de la casa de Claire por un tiempo. Quizá un cambio de aires le permitiera dormir sin pesadillas. Ni siquiera abrió el paquete porque estaba seguro de que todo aquello era un error.

En la cabeza de Lion nada tenía sentido, Eduard Castle era un tiburón de las finanzas, que compraba empresas a la baja y las revendía a trozos. ¿Cómo podría ser Lion su heredero?

Una brecha en su memoria le hizo recordar de repente que Eduard le había hecho una oferta de empleo. Todo empezó tras la muerte de Claire, cuando la vida de Lion se esfumaba como el agua por un sumidero e intentaba expulsar la nostalgia con alcohol y otros medicamentos que combinados lo llevaron al coma. Según el informe, estuvo unos meses en el limbo. El médico le dio esperanzas: «Lo recordará todo a su tiempo».

La frase del doctor le impidió aferrarse al recuerdo, pero al volver a mirar a Red y a Blue, a través de los cristales de su cabina personal, le vino a la memoria un reportaje antiguo que mostraba a Castle posando en su yate. Al parecer acababa de dar otro de sus famosos golpes a una compañía naviera... Y ahí estaba el recuerdo: dos gorilas le llevaron por la fuerza ante su presencia. Cuando Lion enfrentó a Castle, quedó decepcionado. Su aspecto no tenía nada que ver con las fotos del reportaje, parecía un cigarrillo al que le quedaran un par de caladas.

—Lamento las formas —se disculpó Castle—, pero no tengo tiempo que perder y usted rechazó mi invitación... dos veces ¿Es posible que no sepa quién soy?

—Sí, un tiranosaurio carroñero. Un hombre que se ha hecho rico expoliando.

—Expoliando a otros ricos. Soy un lobo en un mundo de lobos. Pero esos días ya se han acabado. Preste atención: Quiero que usted escriba mis memorias.

—¡Pues yo no soy escritor!

—Le estoy hablando de 'mis memorias' —dijo Castle remarcando las palabras como si tuvieran un sentido extraordinario.

—Y querrá que cuente cómo robaba a los ricos para dárselo a los pobres ¿no?

—Nada de eso. No tengo tiempo... me muero.

Lion no recordaba cómo salió de allí con todos los huesos sanos, pero la frase: «mis memorias» se quedó dando vueltas en su cabeza. Era una pieza suelta que de momento no sabía dónde encajar.

Volvió a mirar el paquete porque quizá habría una explicación coherente a todo lo que le estaba pasando. Al abrirlo vio un diario del tamaño de un libro de bolsillo. Los adornos de fina orfebrería le sorprendieron. Era como tener una pieza exclusiva de coleccionista. Algo para exhibir en un museo. Lo sopesó y le dio la vuelta. Resultó ser ligero y cómodo de manejar a pesar de todo el metal que lo recubría. No fue capaz de mirar el interior, porque sintió que no tenía derecho a fisgonear en algo tan personal. Lo mejor era dárselo a Valerie Mirren para que ella se lo hiciera llegar a la familia del difunto. Una vez tomada la decisión, se relajó y puso la cabina en modo sueño.

Zoe, la inteligencia artificial que gobernaba el diario detectó que Lion estaba dormido y escaneó todo a su alrededor, actualizó los datos y verificó las tareas pendientes para el 3 de abril de 2084: Enviar dos alertas. Inmediatamente, Zoe emitió un beep a la tablet de la mansión de Winterlander y otro beep a la tablet de Lisa Stallman en Rombergen. Zoe verificó que las tareas se habían realizado con éxito y volvió al modo standby a las 08:06 A.M.

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