Reflex había decidido irse, pero sabía que Lion aceleraría su regreso, y no quiso correr riesgos: destruyó la tablet para evitar ser localizado, pero se llevó el dron porque, además de no necesitar sujetarlo, podía usar sus sensores para protegerse y proyectar la voz de Lion.
Aprovechó que Whitaker estaba ocupado intentando reparar las comunicaciones para echar un vistazo a las cámaras de vigilancia del garaje y comprobar que el Abarth estaba estacionado en su plaza. Se dio cuenta de la dificultad de llegar hasta el garaje sin que ninguna cámara lo viera, y pidió al ordenador los planos de la zona de ascensores.
Había un amplio espacio de acceso para equipos y maquinaria de mantenimiento, pero tenía que bajar casi novecientos metros hasta la planta por encima del garaje. La parte buena era que podría apoyarse en los descansillos de los tramos de escalera. Calculó su peso y velocidad de caída, y visualizó cómo sería el recorrido. Después ordenó al dron que lo siguiera. El Reflejo cruzó la barrera de cámaras y sensores de Whitaker y llegó al ascensor sin problemas. Abrió la puerta y se dejó caer por el hueco.
El dron lo siguió manteniéndose a distancia. El Reflejo volaba en picado y se frenaba a intervalos extendiéndose para apoyarse en la escalera. Al llegar al garaje, emitía reflejos que iluminaron cientos de metros del hueco del ascensor, y tuvo que esforzarse para conseguir ser transparente. Dio un rodeo para evitar que las cámaras enfocaran al dron y se metió en el Abarth. Cuando el dron entró en el coche, usó la voz de Lion para consultar el trayecto hasta la zona privada del aeropuerto y dio orden al Abarth para que fuera a esa dirección.
Pidió a la central del aeropuerto privado el mismo avión WcsThunder que Lion había utilizado para ir a Winterlander, y lo alquiló por una semana. «Tendrá el avión listo en veinte minutos señor Lamarc. Elija las opciones del vuelo en la pantalla. Gracias», informó el androide de la terminal. Cuando llegó el formulario a la pantalla del Abarth, Reflex eligió la opción: «Sin especificar destino» y aceptó las condiciones incluido el recargo. «¡Gracias por usar nuestro servicio de confidencialidad!». El Reflejo no era consciente de cuánto dinero acababa de gastar, ni que Lion en breve recibiría un comprobante de la factura.
En cuanto salió del garaje, usó de nuevo el sintetizador de voz para ordenar al coche: «la ruta más corta», «a toda velocidad». El Abarth recalculó el trayecto en relación con el tráfico y tras elegir un camino alternativo, se puso en marcha con brusquedad. Reflex vio en la pantalla cómo una línea roja atravesaba Ciudad Capital pasando por Rombergen, hasta el aeropuerto privado.
Mientras en el ático, el ordenador seguía emitiendo música y saturando los canales, Reflex estaba adaptándose a las sensaciones incómodas que le llegaban a través de las ruedas del coche por la mala calidad de la carretera, pero necesitaba llegar al avión antes de que Whitaker se diera cuenta de que ya no estaba vigilando a nadie.
Se relajó un poco cuando el coche salió de Ciudad Capital y se incorporó a la vieja autopista de Rombergen, porque a partir de ese momento, el Abarth aumentó la velocidad y parecía un tren de levitación magnética.
El dron emitió una alarma, y en el monitor del coche apareció una foto de Jacob seguida de imágenes fraccionadas de la habitación donde estaba Michael en la residencia Granholm. Una mano tapó la cámara y se cortó la transmisión. De repente, el dron trató de salir del coche y el Abarth dio un bandazo.
Reflex enfocó su mente en el dron, pero el Abarth quería cambiar de ruta. Entendió que a la velocidad que iba, no era buena idea intentar corregir la dirección del coche, ni tratar de neutralizar la directiva de seguridad del dron. Optó por no arriesgarse a tener otro accidente y lo dejó libre. El coche disminuyó bruscamente la velocidad para tomar la siguiente salida de la autopista. Esta vez la pantalla de ruta solo mostraba un punto móvil porque el Abarth estaba siguiendo al dron. Activó el monitor del vehículo para localizarlo, pero la información estaba codificada.
Cambió de estrategia y entró en el programa manual de Lion y seleccionó: «drones». El monitor del vehículo mostró entonces: una luz por cada dron que Lion y Whitaker tenían en Ciudad Capital. ¡Todos los drones estaban saliendo de la ciudad y volaban en la misma dirección! Quizá otros drones llegaran a su destino antes que el suyo y quizá entonces podría volver a controlar el coche.
Mientras tanto, necesitaba datos para entender qué estaba pasando. Se enfocó en la IA del coche para ver toda la información que Lion tenía almacenada sobre el lugar a dónde iban: la Residencia Granholm. Había mucho material sobre Michael 'el hijo de Eddy'. Los hombres de Whitaker lo custodiaban porque Lion temía que hombres de Jacob atentaran contra la vida de Michael. Y ahora había alguien en la habitación del chico.
Reflex pidió fotos de la torre, las ventanas, y las cámaras del interior del cuarto... Michael estaba en peligro. El Abarth entró acelerando en la residencia y giró hacia la torre. El dron detectó a un hombre cerca de la cama de Michael y disparó contra él. Reflex oyó más disparos fuera de cámara y el dron dejó de transmitir.
Reflex rebobinó en su mente toda la información que había visto y se paró en la imagen del hombre que tenía una jeringuilla en la mano... y entendió la amenaza. Salió del coche como una sombra impulsada por el viento y fluyó escaleras arriba hasta la habitación. Vio cómo el veneno viajaba por el tubo del gotero hacia el brazo del chico y se lanzó sobre Michael extendiéndose como una sábana de cristal fundido.
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REFLEX
Science FictionSiempre que nos acercamos a una ventana miramos a través de ella, pero nunca nos fijamos en el cristal. _ 2021© -2024© Safe Creative