30 -EL SUEÑO PARALIZANTE

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Cuando Lion consiguió dormir sin alteraciones ni pesadillas durante tres noches, Zoe quitó las restricciones que impedían al Reflejo acceder al sueño de Lion. Sin embargo, el Reflejo que había visto frustrados todos los intentos de comunicarse, al verse libre inundó la mente de Lion y sus deseos obsesivos se desbordaron como un río de montaña irrumpiendo en una presa rota.

Lion estaba aplastado contra el suelo sujetado por una fuerza superior y sus miembros inertes no podían liberarlo. La opresión era tan firme y progresiva que entendió que tenía que despertarse. Pero entonces se dio cuenta de que estaba con los ojos abiertos en absoluta oscuridad.

Desesperado cerró los ojos y se encontró inmerso en una neblina blanca donde el único objeto destacado era una sombra rectangular que se movía como el viento dejando atrás una estela de luz fantasmal. Sus sentidos se alertaron cuando vio que la sombra cambió de dirección hacia él, que inmóvil, sólo podía mirar aterrorizado como se acercaba.

Cuando la oscuridad ya empezaba a cubrirle, Lion reparó en que la sombra perseguía a una silueta humana que zigzagueaba como una liebre que huye por su vida para mantenerse a salvo de las garras de un águila. Pero la sombra rectangular empezó a extenderse en todas direcciones rodeando la silueta.

En el último momento, la silueta miró a Lion y entonces la sombra lo alcanzó en un instante. Mientras caía, Lion vio que la sombra estaba formada por fuego incandescente. Aterrado, giró en su mente en un acto desesperado de voluntad y se encontró en el lado extraño del cristal.



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