REFLEX

19 -FUNERAL

Cuando el Reflejo entró de nuevo en la mansión se elevó con cuidado por encima de los cristales, y avanzó hacia el torreón para dejar la tablet. Sus reflejos se estaban convirtiendo en fuego que podrían fundirla.

Bajó de nuevo a la entrada, y observó lo que para él era un cadáver descuartizado. La piedra que arrojó Pincho contra la mansión rompió la cristalera a la izquierda de la puerta y destrozó el gran espejo. Ahora era un hueco vacío como un ojo seco.

En ese hueco, el Reflejo podía ver con todo detalle la imagen de Castle antes de salir de la mansión, antes de convertirse en oscuridad.

Sabía que enfrente no había más que madera y piedra, pero se dejaba llevar por la alucinación como Lion por sus sueños, mientras juntaba los cristales rotos del espejo. Podía distinguir y encontrar los cristales que pertenecían a la ventana, sin siquiera pensar en ello.

Cuando los juntó todos, dejó salir completamente el fuego, sumiéndose en un trance que lo fundió y formó de nuevo el espejo. Pero solo en su mente, podía ver el espejo completo, solo en sus recuerdos podía ver a Castle moverse y hablar, como la última vez, antes de que el espejo ahogara la luz como los ojos de un pez muerto.

Ya no podía hacer nada más. Aquello no era más que un trozo de cristal
Era un espejo inerte... pero por alguna razón, ya no podía dejarlo allí, ni en el suelo, ni en su marco. No podía dejarlo alcance de cualquiera que lo quisiera volver a romper.

Cargó el espejo y fluyó con él por las escaleras.
Había un lugar, que había visto durante el viaje con la tablet por la casa. Un cuadro vacío en la habitación de Theomund, el hijo mayor del viejo Steel.

Gracias a la tablet sabía todo de cada objeto y ahora podía invocarlo en su mente. En la casa había muchos cuadros que representaban al abuelo y a la abuela Steel, y su hijo Euron, y también uno vacío donde debería mostrarse la imagen de Theomund, según indicaba la leyenda... pero en este no había ningún lienzo pintado, ninguna imagen.

El Reflejo, había refundido el espejo para que encajara allí. Cuando el cristal encajó, inmediatamente, la imagen de Castle emergió del fondo.