REFLEX

35 -FUSIÓN

Lion subía las escaleras del faro suplicando que aquella torre aguantara la gigantesca ola que se precipitaba hacia él.

Retrocedió para agarrarse y se quedó muy quieto. Pero no ocurrió nada. Se sintió suspendido en el horizonte azul y el Reflejo se fundió con él como dos líquidos atrapados en una botella de cristal.

Lion se vio a sí mismo quitar la mampara exterior de la ventana, a Lucy sentada en el reposapiés viendo dibujos del Coyote y el Correcaminos.

Vio a Lucy acercarse a la ventana y ahuecar las manos para hacer vaho con la boca y dibujar un corazón.

Vio cómo Lucy abría mucho los ojos y gritaba: ¡El Reflejo! ¡El Reflejo! Y cómo el Reflejo—Lion se precipitó tras la niña. Se rompió en la caída y se retorció en el suelo. Su cuerpo se volvió cristal incandescente y cómo manejado por un hábil maestro vidriero se unió de nuevo en todas sus partes hasta formarse de nuevo.

Vio las caras atónitas de Lucy y Castle reflejadas.

Lion se vio a sí mismo llegar para interponerse entre el Reflejo y Castle y se vio caer inconsciente.

Sintió la desolación del Reflejo, al ver a Castle y a Lion en el suelo y cómo Lucy huía. Entonces el Reflejo—Lion huyó por la puerta que conducía a la escalera exterior del torreón y se escondió hasta que todos se fueron.

Lion vio cómo el Reflejo se acercaba a la ventana y cómo los amaneceres y las puestas de sol se aceleraban sin fin. Vio cómo lo herían el viento y la lluvia. Lo vio retirarse lastimado por el granizo. Vio cómo las estrías negras en el Reflejo se absorbían en lenta agonía hasta curarse.

Vio al Reflejo recibir la última llamada de Castle que decía entre sollozos:

"Eres mi hijo... Todo ha sido culpa mía".

"Tu madre, Dorothy, murió al caer, pero tú... de alguna manera te quedaste en la ventana" "Siempre lo sospeché, y por eso siempre quise volver"

"Me muero, pero enviaré a Lion Lamarc a porti"