Capítulo 81. Dulce.

72 9 1
                                    

Qin Zhou extendió instintivamente la mano y le frotó la cabeza a Jiang Lin. Durante esos tres años, tuvo innumerables oportunidades de visitarlo en la ciudad de Nancheng o simplemente llamar para decir que estaba bien, pero nunca lo hizo. Abandonó por completo su antigua identidad y comenzó una nueva vida... Ignorando el daño que esto causó a otras personas.

Infinidad de veces se preguntó si debía llamar al chico y decir algo, pero luego pensó que sería mejor cortar completamente los lazos. En ese momento, se convenció de que tenía tantos amigos a su lado que no le hacía falta él, así que pronto lo olvidaría.

──Lo siento... Lo siento... ──Se disculpó una y otra vez. Jiang Lin no dijo nada, simplemente abrazó fuertemente a Qin Zhou.

Después de abrazarlo por un rato, cuando le soltó la mano, le advirtió──: Zhou, debes recuperarte rápidamente.

──Sí──, asintió Qin Zhou.

──Come tus comidas a tiempo, bebe mucha agua, no te quedes mucho tiempo en el teléfono... ──el chico, como un padre preocupado, le daba consejos constantemente.

Qin Zhou se acostó obedientemente en la cama mientras su amigo lo ayudaba a cubrirse con la manta e inmediatamente se quedó dormido. Cuando se despertó, Jiang Lin todavía estaba con él en la habitación del hospital.

El joven actor se movió un poco y cuando Jiang Lin notó el movimiento, rápidamente preguntó──: ¿Estás mejor?

──Sí──, asintió y preguntó──: ¿Puedo ser dado de alta ahora? ──Luego se levantó de la cama, pero el chico no se lo permitió, en cambio lo cubrió con la manta y dijo──: Descansa un poco más.

──Todavía tengo que trabajar──, Qin Zhou se frotó la frente──, he tomado varios días de descanso, hoy debo regresar a la compañía.

──No te preocupes, ya hablé con Yuan Lie, tienes un mes de permiso──, respondió a su amigo.

El joven actor quería decir algo más, pero esta vez Jiang Lin mostró una actitud firme──. Zhou, descansa──, esta vez lo metió a la fuerza dentro de la manta.

Qin Zhou descansó un rato y luego preguntó──: ¿Dónde está mi teléfono móvil?

Jiang Lin le pasó el teléfono y Qin Zhou lo desbloqueó para comenzar a leer los mensajes.

Cuando el chico lo vio, dijo──: Zhou, si estás enfermo, no deberías estar jugando con el teléfono. Yo estoy aquí para charlar contigo──. Se acercó y se acostó en la cama junto al actor. La cama no era muy grande, pero era suficiente para dos personas.

Qin Zhou se movió hacia un lado y le dejó espacio a su amigo quien preguntó curiosamente──: Zhou, ¿qué planeas hacer después?

El artista pensó un momento y dijo──: Continuar actuando, supongo.

──¿En qué quieres actuar? Puedo invertir en ello.

──Dejemos que las cosas fluyan──. Respondió Qin Zhou.

──¿Quieres salir a pasear en los próximos días? ── Jiang Lin sacó su teléfono y le envió algunos enlaces──. Este mes hay varias exposiciones y una subasta, parece muy animado.

Al recibir los enlaces enviados, abrió uno de ellos y descubrió que era una página de presentación de una subasta de joyas. Entonces preguntó──: ¿Es esta la subasta de la que hablaste con Su Su la última vez?

Jiang Lin le echó un vistazo y asintió──: Sí.

A Qin Zhou no le interesaban las joyas ni cosas por el estilo, pero como Su Tang había mencionado los diamantes, decidió echar un vistazo a la página y mirar más detenidamente.

El sustitutoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora