Capítulo 9. No pienses en nada.

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Ya era tarde, más de las ocho de la noche, y el mar estaba completamente oscuro, solo iluminado por las luces del crucero.

Cerca de la mesa del pastel, un grupo de personas estaban charlando animadas, pero fue Jiang Lin quien se dio cuenta primero de que Xu Cheng Yan no estaba allí. Buscó a su alrededor y finalmente encontró a la persona que buscaba en un rincón, por lo que se acercó y llamó: ──Cuñado...──

El perdido joven levantó la cabeza y mostró una sonrisa, adelantando una excusa: ──Me siento un poco incómodo, así que salí a tomar aire fresco. ──

Jiang Lin no sabía qué decir, así que decidió quedarse y hacerle compañía a Xu Cheng Yan, a quién ocasionalmente miraba de reojo, sin embargo, su joven cuñado no mostraba ninguna reacción en su rostro, estaba sin expresión alguna.

El chico se sentía preocupado, así que fue a buscar un vaso de jugo de naranja y se lo ofreció a Xu Cheng Yan.

── ¿Cuñado, quieres beber algo? ──

Xu Cheng Yan no quería decepcionar la buena intención del niño, así que aceptó el vaso, sin embargo, realmente no tenía ganas de beber, por lo que se apoyó en la parte trasera de la barandilla y escuchó el bullicio cercano. El grupo de invitados ya habían comenzado a beber juntos.

Xu Cheng Yan acarició el vaso que sostenía en la mano y cuando miró hacia esa dirección, vio a He Yang y Shen Xiuzhu parados juntos. Parecían una pareja muy bien combinada.

Xu Cheng Yan apartó la mirada bruscamente y dio un sorbo grande al jugo que sostenía en las manos, para en ese instante dejar de prestar atención a esas dos personas.

Por otro lado, Shen Xiuzhu ya había terminado de comer su pastel y miró la hora: ──Ya son las ocho y media, debería volver. ──

Chi Yi se acercó rápidamente y preguntó: ── ¿Por qué te vas tan temprano? ¿Tienes algo que hacer? ──

Shen Xiuzhu explicó: ──Tengo una cita con el médico para un tratamiento esta noche. ──

He Yang asintió y dejó su copa: ──Te acompañaré de regreso. ──

── ¿No has estado bebiendo, He Yang? ¿Cómo vas a conducir? ── Chi Yi sonrió irónicamente.

Otro joven señor a su lado intervino rápidamente: ── ¡No te preocupes! ¡Puede llamar a un conductor o tomar un servicio privado de chófer! De cualquier manera, He Yang va a acompañar a Xiuzhu de regreso. ──

── ¡Exacto, exacto! ¡Va a acompañar a Xiuzhu de regreso! ──

La gente a su alrededor comenzó a animarse.

He Yang se puso su chaqueta que estaba cerca y se preparó para acompañar a Shen Xiuzhu de regreso.

Justo cuando Yang Yang iba a bajar del barco, giró el rostro y de repente vio una figura conocida en un rincón, por ello detuvo sus pasos y, a una distancia no muy lejana, observó fijamente esa figura. Xu Cheng Yan estaba parado en la sombra, levantó la cabeza y miró a los ojos del hombre que habló: ──Yo lo llevaré de regreso.

El joven asintió con la cabeza y dijo sin emoción: ──Ten cuidado en el camino.

Xu Cheng Yan dio un sorbo al jugo de naranja y observó cómo esas dos personas se alejaban de su campo de visión, abandonando el crucero.

El conductor ya los estaba esperando en el muelle, mientras Xu Cheng Yan se apoyaba despreocupadamente a un lado, viendo cómo esas dos personas subían al auto y se sentaban juntas en la parte trasera.

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