Capítulo 2. El mejor regalo.

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Xu Cheng Yan regresó a su habitación para recuperar las horas de sueño perdidas. Antes de levantarse, durmió de corrido hasta las dos de la tarde, luego se cambió de ropa y se preparó para ir a clase.

Después de graduarse de la universidad, encontró trabajo como profesor de piano en una academia de música. Su trabajo era bastante relajado, por lo general enseñaba a sus alumnos por las tardes o daba clases particulares los fines de semana. Como era domingo, solo tenía dos clases particulares por la tarde, pero no tenía ninguna por la noche.

Cuando el profesor llegó a la academia, había una maestra en la oficina. Ella levantó la cabeza al escuchar el ruido en la puerta y bromeó: ──Xu, hoy llegaste un poco tarde. Por lo general, eres el primero en llegar. ──

El chico sonrió y se acercó al escritorio. ──Me quedé dormido hasta el mediodía sin darme cuenta. ──

──Este clima es perfecto para quedarse en la cama hasta tarde, ──suspiró la profesora. Luego, al mirar a Xu Cheng Yan, notó algo y exclamó: ── ¡Tuviste una velada intensa anoche! ──

El joven se sorprendió ante su declaración y cuestionó. ── ¿Qué... por qué lo dices? ──

──Está ahí, en tu cuello, ── la profesora señaló una parte del cuello de Xu Cheng Yan.

El profesor instintivamente se cubrió el cuello. Supuso que eran los chupetones que le habían hecho la noche anterior y se apresuró a decir: ──Lo siento, no me di cuenta al salir de casa...──

──Ven aquí, déjame cubrirlo, ── la mujer sacó su estuche de maquillaje del bolso y se dispuso a ayudarlo. Por fortuna, la marca en el cuello no era muy evidente y rápidamente fue disimulada, justo a tiempo, porque ya era hora de su próxima clase, así que el profesor de piano se dirigió a la sala de música en el piso de arriba para impartirla.

A las seis de la tarde, las clases terminaron y Xu Cheng Yan regresó a la oficina, organizó las partituras de piano y se preparó para irse a casa.

── ¡Finalmente terminé el trabajo!── dijo la profesora y se acercó a él para preguntar: ──¿Tienes planes para esta noche? Algunos de nosotros vamos a un buffet, ¿quieres unirte? ──

El joven respondió: ──Planeo cocinar en casa esta noche. ──

Comprendiendo la situación, la profesora asintió: ──Ah, cierto, tienes novio, seguro que cenarás con él en casa. ──

Xu Chengyan asintió con una sonrisa, sin negar lo que la profesora mencionó acerca del "novio".

Pero para ser precisos, el Sr. He no era su novio, porque él y el Sr. He no tenían una relación sentimental oficial.

Aunque vivían juntos y hacían cosas que solo las parejas hacen, He Yang nunca había reconocido explícitamente su relación, y a pesar de no ser oficialmente pareja, lo que tenían se parecía, así que lo consideraba como tal.

El Sr. He lo abrazaba, lo besaba e incluso hacían cosas más íntimas, pero sobre todo, Xu tenía la certeza de que He Yang solo compartía eso con él y por todo esto, se permitió pensar que él y el Sr. He podrían considerarse como pareja.

Al volver a su apartamento, el joven profesor preparó la cena y esperó a He Yang sentado en el sofá; más tarde le envió un mensaje, pero al no recibir ninguna respuesta, supuso que estaba ocupado y no tenía tiempo de revisar el teléfono, así que mejor cenó solo y luego guardó la comida restante y ya fría en el refrigerador.

El trabajo de He Yang era muy exigente y a veces no podía esperarlo hasta que volviera. Así que después de ducharse, Xu Cheng Yan se acostó en la cama y se quedó dormido.

Perdido profundamente en sus sueños, escuchó el sonido de la puerta de la habitación abriéndose e instintivamente abrió sus ojos medio adormilado, observando una figura alta acercándose a él.

── Señor... ──Xu Cheng Yan llamó.

He llevaba una bolsa de regalo en la mano y se acercó a sentarse al borde de la cama, colocando descuidadamente el paquete en la mesita de noche, mientras preguntaba en voz baja: ── ¿Te desperté? ──

El chico adormilado negó con la cabeza y miró al hombre frente a él, preguntando: ── ¿Estuviste ocupado esta noche, señor? ──

──Lo siento, ── explicó He, ── Hubo algunos problemas en la empresa. ──

Xu Cheng Yan respondió: ── ¿Ya cenaste, señor? Queda comida, puedo calentarla...──

He Yang respondió: ── Ya comí en la empresa. ──Ambos se quedaron sin palabras por un momento y la habitación se volvió tranquila. Después de un rato, He finalmente tomó la bolsa de regalo de la mesita de noche y se la entregó, diciendo: ── Un regalo para ti. ──

── ¿Para mí?── Xu Cheng Yan se sorprendió un poco.

──Sí, ── dijo He lentamente, ── No volví a casa para cenar esta noche, así que esto es una compensación. ──

──No importa, señor. Si estás ocupado con el trabajo, solo avísame, ── Xu sonrió, y sus hermosos ojos de flores de durazno se volvieron aún más brillantes. Un instante después se levantó de la cama, tomó la bolsa de regalo y curioso sacó la caja que veía adentro. Al abrirla, encontró una botella de perfume en su interior.

── ¿Cómo se te ocurrió comprarme un perfume, señor? ── preguntó el joven.

──Lo vi de casualidad, ── He miró la botella de perfume en la mano de su compañero y susurró: ── Creo que te quedará bien. ──

Xu Cheng Yan sacó el perfume y probó su aroma, descubriendo suaves y frescas notas a cedro.

──Huele muy bien, ── Le sonrió al Sr. Yang, ──¿Cómo se llama este perfume?──

──Bosque de Temporada de Nieve. ──

Xu Cheng Yan apartó la botella de perfume y se acercó un poco más, extendiendo la mano para abrazar al hombre frente a él, ──En realidad, no hace falta que compres regalos, señor. ──

Era suficiente para él que el Sr. lo acompañase como lo estaba haciendo ahora, cosa que sería un mejor regalo, por ello, sin más, abrazó firmemente al hombre y no quería soltarlo.

He levantó la mano y rodeó la cintura del joven, y dijo: ── Esta semana, ven conmigo a la antigua mansión.──

── Está bien.── Respondió

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