Capítulo 64. Cubriéndose los ojos.

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──Yan Yan ──He Yang levantó la mano, como si quisiera quitarse la corbata, pero Qin Zhou detuvo su movimiento inclinándose ligeramente hacia adelante y susurró: ──Sr. He, no debe quitarse la corbata.

La voz del joven aún sonaba ronca, y su dedo rozaba la corbata, acariciándola una y otra vez, mientras observaba al hombre debajo de él. Debido a su posoción, Qin Zhou podía ver claramente cada pequeño cambio en el rostro del hombre. Su mirada descendió lentamente por su rostro, pasando por su clavícula y deteniéndose en su pecho.

Hay que decir que el cuerpo de He Yang siempre se había mantenido en buena forma. Un pecho y abdominales perfectos, e incluso una línea en forma de V, en realidad estaba muy satisfecho con su cuerpo y reiteró que era un excelente compañero de cama.

Luego Qin Zhou se sentó sobre el hombre, asumiendo el control dominante y al terminar el encuentro, se acostó sobre él, tratando de recuperar el aliento poco a poco.

La posición de montar era placentera, pero su cintura estaba un poco adolorida, así que cerró los ojos un momento, aún sin recuperarse por completo.

Mientras tanto, He Yang se quitó la corbata de los ojos y lo rodeó con sus brazos, inclinando la cabeza para buscar un beso, pero Qin Zhou frunció ligeramente el ceño y empujó al hombre un poco, diciendo: ──No me beses.

El joven se levantó, recogió su camisa y sus pantalones del rincón de la cama y se dirigió hacia el baño. Mientras estaba sentado en la bañera, a punto de limpiarse, vio a He Yang entrar.

El hombre se acercó y se agachó a medias, fuera de la bañera, aparentemente queriendo ayudarlo a limpiarse. Qin Zhou lo miró con pereza, apoyándose en la bañera y dejando que él se encargara.

He Yang extendió la mano y levantó un poco una de sus piernas, limpiándolo torpemente, sin embargo, cuando estaba a medio camino terminar, su mirada no pudo evitar caer en la llamativa cicatriz de la pierna del joven.

Observando esa cicatriz, el hombre finalmente preguntó en voz alta: ──¿Cómo te hiciste esa cicatriz?

──Hace un tiempo tuve un pequeño accidente ──dijo el joven con indiferencia.

He Yang examinó la cicatriz, no parecía una herida nueva, debía haber sido dejada hace mucho tiempo. Luego preguntó: ──¿Fue en ese accidente de coche?

Qin Zhou bajó la cabeza y rió suavemente, sin responder. De hecho, esa cicatriz fue dejada por él en ese accidente automovilístico. En ese momento, cuando salió del automóvil, su pierna fue cortada dentro del vehículo, dejando una herida. Esa marca lo había acompañado durante tres años y ya se había acostumbrado a ella.

La reacción del joven era bastante tranquila, no le importaba mucho esa cicatriz. Al menos no tanto como a He Yang, que no dejaba de mirarla fijamente, frunciendo el ceño.

Una vez que terminó de limpiarlo, el joven salió de la bañera, tomó una toalla al azar y se secó, para luego cambiarse de ropa. Al estar listo, regresó a la habitación, se sentó en el borde de la cama y tomó su teléfono para revisar los mensajes y responder a Lin Chixiao.

He Yang se acercó, abrazando al joven por detrás, apoyando la cabeza en su hombro y susurrando: ──Vamos a cenar juntos mañana por la noche.

Qin Zhou frunció el ceño. No le gustó para nada ese gesto tan íntimo, así que apartó la mano del hombre y dijo casualmente: ──Tengo que filmar mañana y no tengo tiempo.

──Puedo conseguirte permiso, hablaré con el director ──respondió el hombre.

Con calma, el joven respondió: ──Sr. He, espero que puedas ser más discreto. No quiero que nuestra relación sea conocida por otras personas, después de todo, mantener a alguien no es algo honorable ──la actitud de Qin Zhou era bastante despreocupada.

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