En el trigésimo día después de la muerte de Xu Cheng Yan, He Yang finalmente fue al cementerio. El auto se detuvo afuera del sitio y el hombre miró por la ventana sin bajarse. El cementerio estaba tranquilo, lleno de lápidas frías.
Las cenizas de Xu Cheng Yan estaban allí, enterradas bajo tierra. He Yang instintivamente tocó la placa de madera en su bolsillo y preguntó lentamente: ──¿Hoy es el Día de los Inocentes?
El señor Shu estaba sentado en el asiento delantero y, aunque no sabía por qué He Yang de repente hacía esa pregunta, respondió: ──No, el día de los inocentes ya pasó hace un mes.
El auto se quedó en silencio por un rato, y luego He Yang habló: ──Volvamos.
El chofer se sorprendió un poco y preguntó: ──¿No va a bajar y echar un vistazo? ── él ya estaba al tanto de la muerte del Sr. Xu y que su lápida estaba aquí.
──No iré. ──He Yang cerró los ojos y se recostó en el respaldo del asiento. ──Vamos al bar. ──el señor Shu asintió y tuvo que conducir hasta el bar.
Cuando He Yang llegó a la sala privada del bar, estaba animada .Las luces estaban un poco tenues y en un rincón había jóvenes coqueteando entre ellos, mientras que en la mesa de juegos había mucha gente.
──He Yang. ──dijo uno de los jóvenes que allí estaban.
──He Yang también está aquí. ──Expresó otro.
──¡Todos están aquí! ¡Perfecto!
Shen Xiuzhu también estaba en la sala privada, sentado en el sofá. La persona que estaba al lado de él se levantó de manera muy consciente y le dejó el lugar a He Yang, luego He Yang se acercó y se sentó en el asiento vacío.
Alguien en la mesa de juegos gritó: ──¿He Yang, vienes a jugar?
──No jugaré ──respondió y entrecerró los ojos sin prestar más atención.
Alguien abrió una botella de vino tinto, sirvió una copa y se la entregó. Ahora él sostenía la copa de vino en su mano y escuchaba tranquilo los ruidos a su alrededor.
A pesar de que la sala privada seguía ruidosa, He Yang siempre podía escuchar el sonido de su teléfono vibrando, como si alguien estuviera llamando, pero esta vez, cuando sacó su teléfono, la pantalla de inicio estaba limpia, sin ninguna llamada perdida, como si todo fuera solo una ilusión auditiva, así que simplemente puso el teléfono en la mesa y no le prestó más atención.
La fiesta en la sala privada continuó hasta la medianoche. Chi Yi se levantó de la mesa de juegos y preguntó a He Yang: ──Hey, ¿qué planes tienes para hoy? ¿Quieres quedarte a pasar la noche aquí?
He Yang no respondió y simplemente bajó la cabeza, mirando la copa de vino en sus manos, como si no hubiera escuchado.
En ese momento, alguien se acercó a él y apoyó suavemente la mano en su hombro. He Yang levantó la cabeza y en la tenue luz, pudo ver vagamente una figura frente a él. Esa persona parecía familiar, llevaba un abrigo gris y gafas de montura delgada.
El hombre dijo: ──¿Yan Yan?
La persona se sorprendió un poco, frunció ligeramente el ceño y llamó: ──He Yang ──el hombre escuchó la voz y finalmente vio que la persona frente a él era Shen Xiuzhu.
Cerró los ojos y se frotó la frente, confundido por el alcohol y con la mente un poco embotada.
Chi Yi se acercó y preguntó: ──He Yang, ¿vas a volver a casa esta noche o te quedarás aquí?
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El sustituto
Roman d'amourHe Yang considera a Shen Xiuzhu como una persona especial en su vida, alguien que ha sido su salvador y que brilla como una luz blanca de luna en su corazón. Por otro lado, Xu Chengyan ha estado enamorado de He Yang durante cinco años, pero se perci...