Tras haber llegado a casa, madre e hija empezaron a discutir.
Trixie le echaba en cara el mal comportamiento que había tenido con la empleada y su madre le recriminaba que aquella chica era pesada para ser una simple cajera.- ¡MAMÁ! ¡ELLA SOLO TE PEDÍA LOS CINCO MALDITOS DÓLARES!
- ¡LO SÉ, NO ESTOY SORDA!
Bárbara rompió un vaso estampándolo contra la pared de la rabia que estaba sintiendo.
- ¡¿PERO QUÉ COÑO HACES, MAMÁ?! ¡APENAS TENEMOS VASOS!
- ¡PUES COMPRA MÁS!
Trixie no quería discutir más con su madre, por lo que decidió ir a su habitación. Luego, bajaría a limpiar el estropicio, preparar la comida y la cena. Esta tarde, tenía pelea en el parque.
Stephanie se encontraba en su habitación tumbada y enviando mensajes al móvil de Sportacus.
- Entonces, ¿está tarde quieres quedar en el parque?
- ¡Claro! ¿Sobre las 18:30h?
- ¡Vale!
- Ponte guapa que te quiero comer la boca
Aquel último mensaje hizo que Stephanie le entrara la vergüenza, decidió enviarle una carita cubriéndose los ojos y Sportacus un corazón.
¡Qué tierno es!
Mientras que Trixie se encontraba tumbada en su cama pensando que la pelea con Ken iba ser mortal, le vino a la mente que la presencia de Stingy la podía salvar del asunto. Sin embargo, al haber tenido una semana complicada con él no estaba segura si vendría.
¿Y si solo dijo aquello solo para besarme? - se preguntaba a sí misma - Seguro que estaré sola en el parque con esos gorilas, tendré que llevarme una navaja por si Ken saca una.
Trixie sacó debajo de su cama una caja con candado. Al abrirla con un código, cogió la navaja que una vez se la encontró en la calle a la edad de diez años. Unos jóvenes se pelearon al salir de un bar y a uno de ellos se le cayó el arma. Trixie esperó una hora para que nadie la cogiera y llevársela a su casa.
Dulce puñal, espero que esta vez me sirvas de gran utilidad
La adolescente bajó a la cocina. Su madre había dejado la compra encima de la mesa menos el Bourbon. Los cristales seguían en el suelo y la comida no iba a prepararse sola.
La tarde se había presentado, eran casi las 19:30h. La cena la había preparado para su madre. La pelinegra se cambió de ropa para no ensuciar y romper su único vestido.
Practicó varias veces como sacar la navaja de una forma rápida y fugaz desde el bolsillo de detrás de su pantalón. Aunque, la pelea fuera entre ella y Ken debía ir bien protegida.
Su madre estaba tirada en el sofá con la televisión encendida, apenas se enteraba de que iba la película de vaqueros.
- Mamá, me voy - dijo Trixie yendo de camino a la puerta -. Te he preparado la cena.
- ¿A dónde... dónde... dón... vas?
Bárbara estaba bajo los efectos del Bourbon, intentó incorporarse pero le era imposible.
- Con una amiga para dar una vuelta, no vendré muy tarde a casa.
- Está bien, ve con cuidado.
La chica cerró la puerta con llave y se fue en dirección al parque.
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Nunca pruebes el alcohol - Tringy
FanfictionLa vida de Trixie es un caos con tan solo 17 años tras lidiar con una madre alcohólica desde pequeña. Con el tiempo, Stingy empieza a sentir cosas por ella deseando ser su perro fiel e intentar salvarla. Ambos deberán sobrellevar peleas, amenazas f...