- Chicas - Pixel se acercó a ellas -, Ziggy y yo vamos a la caja.
- De acuerdo - respondió Stephanie -, no creo que tardemos en coger alguna chuche.
El informático y el glotón se fueron a la caja. Mientras, Trixie cogió un paquete de papas fritas y la pelorosa una bolsa de golosinas.
En la caja, la empleada observó a la pelinegra y se percató que era aquella chica cuya madre se pasó de agresividad por solo cinco dólares.
La cajera cobró a Stephanie y luego a Trixie.
- Serán dos dólares, ¿los tienes?
- Los tengo - contestó Trixie sin caer en la cuenta que la empleada se lo preguntó a propósito -, tenga.
Trixie miró a aquella joven que le cogió el dinero y trago saliva al reconocerla. La empleada sonrió esperando alguna respuesta por parte de la menor o decir algo que pudiera romper el ambiente.
- Gracias. —Dijo la cajera y Trixie le sonrió.
Los chicos estaban afuera hablando de coches, música y deportes.
- ¿Te encuentras bien, Trixie? —Le preguntó Stephanie en voz baja.
- Sí.
Mamá le montó un puro a esa chica por solo cinco dólares. Creo que me ha reconocido y esa pregunta la ha formulado adrede
El grupo regresó de nuevo al parque. Allí se sentaron en el suelo y siguieron hablando de música. Mientras hablaban sobre su futuro académico a Trixie le vino a la cabeza, Matthew.
El gordo ese, ¿estará fuera de casa? ¿o ha llamado al timbre a mamá y lo ha dejado pasar? No lo creo, mamá me hubiera avisado... ¡aunque si está borracha no le daría tiempo a decirme algo!
La pelinegra empezó a hiperventilar, apenas podía respirar bien.
- Trixie, ¿te encuentras bien?
Ziggy se había percatado que su amiga no se encontraba muy bien.
- Esperad que tengo agua - comentó Stephanie sacando una botellita de su mochila -, toma Trixie.
- ¡NO! —Respondió la chica cogiendo aire.
La adolescente estaba padeciendo un ataque de ansiedad y necesitaba huir del parque, de todos los que estaban en ese lugar.
- Me voy a casa, debo volver a casa.
- Te acompa...
- ¡No! - le interrumpió a su amiga - Voy sola, no os preocupéis.
- Trixie - exclamó Pixel -, no puedes ir sola en ese estado. Te acompañamos a casa.
La chica empezó a negar con la cabeza, se dio media vuelta dejando sus patatas fritas en el suelo y se fue a paso ligero hacia su casa.
El pensamiento de que Matthew estuviera afuera de su hogar, teniendo a su madre en un estado vulnerable por culpa del alcohol, le daba miedo. Tras ella, iba Stingy cogiéndole del brazo y aligerando más el paso.
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Nunca pruebes el alcohol - Tringy
FanficLa vida de Trixie es un caos con tan solo 17 años tras lidiar con una madre alcohólica desde pequeña. Con el tiempo, Stingy empieza a sentir cosas por ella deseando ser su perro fiel e intentar salvarla. Ambos deberán sobrellevar peleas, amenazas f...