Nunca pruebes el alcohol - Tringy

SMS

- Stephanie, ¿todavía estáis en la pelea?

Trixie estaba muy nerviosa al no recibir ninguna respuesta de sus amigos ni tampoco de Stingy. Miraba el reloj, eran casi las diez de la noche y todavía no sabía nada. De pronto, le llegó un mensaje de ella.

- La pelea se había terminado a los veinte minutos de empezar, Sportacus le ha roto la nariz a Ken y de una patada ha dejado cao a Roger. Estoy yendo a casa con Sportacus y Stingy, hemos dejado a Ziggy y a Pixel en sus casas.

Trixie suspiró de alivió. Al menos sus amigos y el héroe no estaban heridos. La chica dejó el móvil a un lado. De repente, Bárbara entró serena a su dormitorio. Llevaba horas sin probar el alcohol por si Matthew aparecía de nuevo o por si había llamado a la policía a traición.

- Trinnie - dijo la mujer apoyando su cabeza en el marco de la puerta de su habitación -, tenemos que echar la basura.

- ¿Ahora?

- Estaré en la puerta vigilando para que nadie se acerque a ti.

- Esta bien.

Ambas bajaron a la cocina. Trixie cogió la basura y su madre se quedo en la puerta de la casa mirando a los coches. ¿En qué vehículo estarás hijo de puta?, Bárbara se quería quitar de en medio al gordo de Matthew.

Trixie regresó tras haber tirado la basura al contenedor.

- Mamá, entra que empieza a hacer bastante frío.

- Una mierda, ese cabrón está ahí fuera.

Bárbara no se lo pensó dos veces y salió a buscar a ese pederasta. Trixie cogió las llaves de su casa y cerró la puerta, corrió detrás de su madre. Bárbara miraba en qué coche podía estar Matthew.

- ¡Mamá, entra en la casa, está oscuro y un coche te puede atropellar!

- ¡JODER, TRINNIE, ESE CABRÓN ESTÁ AQUÍ, LO HUELO!

La menor cogió a su madre del brazo y ambas entraron al hogar.

Por poco me pilla la borracha. Si no es ella es el mocoso ese que da por saco.

Matthew estaba fuera del  vehículo. Entre la oscuridad y vistiendo de colores oscuros nadie sabía que él estaba allí, delante de la casa de las Kolman.

Matthew se subió al Cadillac, lo arrancó y se perdió en la noche. Mientras, Trixie regresó a su habitación.

¿Por qué mi vida es un puto asco? Es como si el destino se hubiera burlado de mí, cada piedra que me pone en el camino es más grande y más pesada que la anterior.

La pelinegra se asomó a la ventana y observó que Sportacus acompañó a Stephanie hasta la puerta. Ambos conversaban. La pelorosa miraba las manos del héroe que estaban manchadas de sangre, él solo le decía que estaba bien.

Ellos harían una bonita pareja.

Pensó hasta que vio como Sportacus le comía la boca a su amiga.

Al final tanto de manosearle el trasero ha pasado a sus labios.

Trixie observó la escena sonriendo alegremente porque Stephanie estaba teniendo una relación amorosa con el héroe.