Combate (Primera Parte)

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La hora del combate estaba llegando a su fin. Pixel, Ziggy, Stephanie, Sportacus y Stingy fueron juntos en el descapotable del mimado. Trixie se quedó en su casa cuidando de su madre y rezar para que el desgraciado de Matthew no volviera a tocar el timbre.

La pandilla de Roger habían quedado cerca del motel The Paradise, Ken y su madre vivían allí. Una vez que se reunieron se fueron juntos andando hasta el aparcamiento que estaba al lado del Hospital Washington.

- ¿Estás preparado, Ken? —Preguntó Roger encendiéndose un cigarro.

- Ese tipo es hombre muerto y cuando acabe con él, la Kolman esa también irá a la tumba.

La pandilla empezó a reírse como condenados. La violencia era diversión para ellos. Golpear; amenazar; escupir; insultar; gritar y apuñalar a las personas para ellos era sentirse vivos. Además, ellos deseaban convertirse en los reyes de Lazytown. 

Stingy conducía con precaución. La pelorosa, cuyos nervios la recomían por dentro, le cogió la mano al glotón. Que Dios nos proteja, pensó Ziggy intentando evadir sus pensamientos negativos. Pixel se percató que el glotón le temblaba la mano y para calmarlo se la cogió mirando por la ventana del coche.

Pese a que el ambiente en el coche era mortal y aunque el mimado había puesto el techo del vehículo y la radio, los únicos que permanecían bajo la calma eran Stingy y Sportacus.

- ¿Nervioso, Sportacus? —Preguntó el pijo.

La respuesta del héroe era hacer una mueca de que no le importaba en absoluto matarse a golpes con unos muchachos que él les dobla en edad.

Si tocan a uno de los chicos les voy a dejar en silla de ruedas, pero si tocan a mi chica les enviare a una fosa común.

Stingy, pese a parecer estar muy tranquilo, su objetivo era golpear a Ken hasta dejarlo inconsciente.

Que Dios me perdone Ken, pero hoy, tú y yo, vamos a tener unas pequeñas y sangrientas palabras, Stingy debía acabar con ese tipo.

La situación de Trixie con Victoria estuvo mal, pero quien la hace la paga. En este caso, Victoria debía haber quedado con la pelinegra para devolverle golpe y estar en paz.

La pandilla de White llegó al lugar y Stingy aparcó el descapotable.

Ambos grupos de rivales se acercaron en un circulo quemado por las ruedas de varios coches. 

Ken y Sportacus se acercaron con la cabeza bien alta, sin miedo, sin que las piernas temblasen, con la testosterona alta.

Nunca pruebes el alcohol - TringyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora