Lost in Reality//Calum Hood//Nueva Versión

XVIII

HAYLEY

Me aferro a la playera de Calum mientras él continúa dirigiendo el beso. La música ha dejado de sonar en el momento en el que él apagó el motor del automóvil. Siento su respiración mezclarse con la mía mientras me sujeta del rostro, con cuidado. Habíamos llegado a mi casa hace un poco más de 20 minutos, pero Calum me había pedido quedarme un rato más.

Ni siquiera supe en qué momento terminamos besándonos, pero no me quejaba. Estaba completamente segura de que, de ahora en adelante, cada que volviera verlo sentiría ganas de besarlo. Sonrío cuando siento que el beso está llegando al final y pego a mi frente a la suya cuando nos separamos.

—Debo irme ya —susurro con los ojos cerrados. Siento sus dedos acariciar mis mejillas tiernamente—. En serio.

—Sólo un beso más —me pide para luego volver a besarme. Siento su mano derecha dirigirse a mi nuca, en un intento de alargar y profundizar el beso, y me aparto.

—En verdad, debo irme —repito.

Mi celular comienza a sonar en ese momento y Calum me deja ir despacio. Me acomodo en el asiento y contesto, sabiendo que se trata de mi madre. Calum me mira atentamente.

—Hola —contesto intentando controlar mi respiración.

—¿A qué hora piensas llegar? —me pregunta mi madre. Me asomo para mirar por la ventana que hay detrás de Calum y maldigo al ver la luz de la sala encendida.

—Ya estoy afuera —aviso mientras Calum se toma la libertad de jugar con un mechón de mi cabello—. Entro en un momento.

—5 minutos, no más —me amenaza mi madre para después colgar la llamada.

Suspiro mientras guardo mi celular en la bolsa que llevo conmigo y miro a Calum, quién me sonríe. Le sonrío de vuelta mientras un nudo se instala en mi pecho. No quiero despedirme. No quiero que la noche llegue a su final.

—¿Te veo mañana? —le pregunto en un susurro.

—Me gustaría decirte que sí —inicia provocándome un puchero—, pero tengo que dar clases.

Asiento con la mirada gacha mientras jugueteo con las costuras de mi playera. Calum coloca su mano en mi mejilla y la acaricia lentamente.

—Puedes escribirme —me dice y asiento levantando la mirada—. No te preocupes, Hayley. No me dejarás de gustar sólo porque no nos veamos un día.

Vuelvo a asentir mientras fuerzo una sonrisa. Calum me sonríe intentando animarme y suspiro.

—¿Quieres que te acompañe a la puerta? —niego mientras abro la puerta, bajo y me asomo por la ventana.

—Ten dulces sueños, Calum —le digo sintiendo tristeza al despedirme.

—Descansa, preciosa —me responde con una sonrisa—. Ya te estoy extrañando.

Bajo de automóvil y cruzo la calle rápidamente. Me giro para despedirme de Calum con un movimiento de manos y suspiro cuando el automóvil desaparece en la oscuridad. Subo los escalones mientras saco las llaves de mi bolsa, pero la puerta se abre antes de que pueda meter la llave a la cerradura.

—Entra —me indica mi madre y yo entro sintiendo el corazón en la garganta.

Caminamos en silencio hacia la sala y tomo asiento en el sofá mientras observo a mi madre mirarme de pie, con los brazos cruzados. Golpeo mis rodillas con las yemas de mis dedos ansiosamente mientras espero a que mi madre comience a hablar.

—Ese chico —comienza lanzando una mirada a la ventana—. ¿Es tu novio?

—No —respondo nerviosa—. Es un amigo de Luke y Ashton.