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CALUM

El aire frío de la madrugada golpea nuestros rostros en cuanto salimos del edificio. Le extiendo la sudadera a Hayley, sin decir palabra, y ella me agradece mientras se la pone. Caminamos alejándonos de la entrada del edificio y vemos al taxi llegar, momentos después. Siento mis manos temblar justo cuando abro la puerta y le indico a Hayley que aborde.

Una vez dentro del vehículo, el chofer nos saluda y nos pregunta si la dirección ingresada es la correcta. Hayley confirma el dato y el viaje comienza de forma silenciosa. Miro a Hayley de reojo, encontrándola con la mirada fija en la ventana y los brazos cruzados. Siento mi corazón latir mientras las palabras que Ashton me ha dicho invaden mi mente.

«Debes disculparte con Hayley».

Suelto un suspiro. ¿Por qué disculparme con ella me resulta más aterrador que hacerlo con Hemmings? Cuento hasta diez y me aclaro la garganta.

—Te debo una disculpa —digo, logrando que ella me mire. Poso mi mirada en el asiento del copiloto.

—¿Sobre qué, exactamente, te estás disculpando? —me pregunta.

—Por lo ocurrido en el departamento de Ashton —respondo regresándole la mirada—. No debí haberte dicho nada sobre los sentimientos de Luke.

—Sí, no debiste —afirma haciendo que un sentimiento de culpa se instale en mi pecho—. Pero bueno, lo hecho, hecho está —lo dice como restándole importancia.

—Pero estuvo mal —exclamo, sin entender de dónde proviene mi necesidad de demostrarle mi arrepentimiento—. En verdad, lo lamento.

Ella mira atentamente antes de preguntar:

—¿Por qué lo hiciste? —me quedo en silencio unos momentos, ordenando mis pensamientos—. ¿Lo hiciste para molestarlo?

—Sí —admito provocando que la confusión se instale en su mirada—. Al principio sí fue sólo para molestarlo, pero todo se salió de control. No era mi intención armar todo ese caos.

—¿Cuál era tu intención, entonces?

Decido ser honesto con ella.

—Ayudar a Hemmings —la escucho reírse ante lo que he dicho, provocando que un nudo se instale en mi estómago—. ¡En serio! Mi idea era darle un empujón contigo para que se animara a decirte lo que sentía. Lo juro.

—No lo hiciste de la manera correcta —me responde y yo asiento. Claro que soy consciente de que la cagué. Ashton, quién me ha aguantado millones de pendejadas, está molesto conmigo por eso—. No sólo me debes una disculpa a mí, sino también a Luke y a Ashton. —aparto la mirada cuando la escucho mencionar a mi mejor amigo—. Hablo en serio.

—Ya hablé con ellos —miento sin apartar la mirada de la ventana. Ella no tiene que saber que, aunque intenté disculparme con Hemmings, me fue imposible—. Sólo me faltabas tú —me giro para mirar su expresión.

Ella me mira sin decir nada, provocando que mi mente comience a sobre pensar, de inmediato: ¿Y si decide no perdonarme? ¿Qué voy a hacer con el sentimiento de culpa que me invade? Maldita sea, por eso odio relacionarme con las personas. Debí haberme quedado callado para ahorrarme toda esta mierda.

Siento la ansiedad correr por mi cuerpo mientras mantengo mi mirada sobre la hermosa amiga de Ashton. Mi cuerpo se tensa ante el silencio del automóvil. Siento que el oxígeno se acaba conforme pasan los segundos y respiro con menos frecuencia en un intento de hacerlo rendir.

¿Por qué no dice nada? La observo acariciar las mangas de mi sudadera, lo que provoca que mi desesperación aumente. «Di algo, por el amor a todo». La escucho suspirar antes de posar sus preciosos ojos cafés sobre mí.

Lost in Reality//Calum Hood//Nueva VersiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora