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CALUM

Cierro los ojos, intentando concentrarme. Paso la plumilla de nuevo por las cuerdas y vuelvo a fallar. Gruño frustrado mientras la atenta mirada del pequeño está puesta en mí. Suspiro y lo vuelvo a intentar. La cuerda se rompe en el acto.

—Mierda —exclamo.

Me pongo de pie para dejar el bajo en el sofá, consciente de que la mirada del pequeño sigue cada uno de mis movimientos. Me giro para verlo y le sonrío avergonzado.

—No podré seguir con la clase, Cody —le comunico—. Creo que es mejor finalizarla aquí.

—¿Se encuentra bien, profesor? —pregunta el pequeño mientras pasa la correa de su bajo por la cabeza.

—Sólo estoy un poco cansado —le informo tomando mi celular—. Llamaré a tu madre para que venga por ti.

El niño asiente mientras guarda su instrumento, con cuidado. La madre de Cody me responde de inmediato y cuando le informo que no me siento bien, me dice que llegará por él en cuestión de minutos. Cuando cuelgo, miro al pequeño que se encuentra sentado mirando los videojuegos que hay sobre la mesita de centro de la sala.

—Puedes jugar en lo que esperas a tu madre —le digo.

—¿En serio? —me pregunta con brillo en la mirada y emoción en la voz.

—Sí —confirmo caminando hacia el baño—. Iré a buscar una pastilla para el dolor de cabeza. Sólo te pido que le bajes el volumen a la televisión, por favor.

El niño se apresura a encender la televisión y la consola de videojuegos mientras yo me meto al baño. Busco entre las medicinas que hay en el mueble y tomo una pastilla para el dolor de cabeza. Me la tomo con un poco de agua de la llave y me miro al espejo cuando la trago. Había pasado una noche horrible.

Saco mi celular del bolsillo para ver la hora: 15:27 p.m. La clase de Cody apenas llevaba media hora de haber iniciado y yo lo único que quiero es acostarme y dormir el resto del día. Guardo el celular de nuevo en mi bolsillo, soltando un suspiro.

Salgo del baño y tomo asiento junto a Cody para verlo jugar. El pequeño presiona los botones del control con fuerza mientras intenta impedir que su personaje sea asesinado por el villano del videojuego. No me detengo a pensar en que quizá el videojuego no sea apto para él. Sólo quiero que se vaya para irme a dormir.

Escucho el timbre de mi departamento sonar momentos después y me pongo de pie de un salto. Le lanzo una mirada rápida a Cody quien continúa perdido en el mundo del videojuego y camino hacia la puerta.

—Lamento tener que cancelar la clase —le digo a la madre de Cody después de saludarla. La invito a pasar mientras Cody pausa el videojuego y toma el estuche de su bajo—. Prometo recompensarla gratuitamente cualquier otro día.

—No te preocupes, Calum —me dice la madre de Cody con suavidad—. ¿Quieres que te acompañemos al doctor?

—No, estoy bien —la intento tranquilizar—. Ha sido una semana agotadora. Quizá sólo necesito descansar.

—De acuerdo —me dice la mujer sacando su cartera—. Espero que te recuperes pronto. Te vemos el siguiente viernes.

Me tiende un par de billetes.

—No tiene que pagarme —le digo incomodo—, no le di la clase a Cody.

—No pasa nada —me dice la mujer aún con los billetes tendidos, los rechazo educadamente y ella opta por dejarlos sobre la mesa del comedor—. Recupérate pronto, Calum.

La mujer y Cody salen de mi departamento. Suelto un suspiro mientras camino hacia mi habitación y me dejo caer sobre la cama, con las sienes de la cabeza palpitándome. Cierro los ojos, intentando obligarme dormir, pero los hermosos ojos café de Hayley invaden mi mente al momento. Miro al techo mientras me compadezco de mí mismo.

Lost in Reality//Calum Hood//Nueva VersiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora